viernes. 29.03.2024

La Xunta de Galicia y las tres universidades del Sistema Universitario de Galicia (SUG) han cerrado este viernes el protocolo para el próximo curso 2021-22 que contempla “garantizar la presencialidad en los siete campus universitarios gallegos” de cara a una “normalidad adaptada”.

El objetivo del documento es establecer las medidas de control y prevención sanitaria a adoptar para el período de “transición entre la situación de presencialidad adaptada durante el curso 2020-21 y la situación de normalidad adaptada que se prevé para el curso 2021-22”, apostando por la actividad universitaria presencial.

En todo caso, se recomienda que el proceso de adaptación se realice de una manera progresiva, sobre todo en el primer cuatrimestre del curso.

Según las instrucciones acordadas, las universidades deberán elaborar las correspondientes guías docentes, que contendrán, de manera general, un escenario de “normalidad adaptada” que hace referencia al grado de presencialidad estimado como normal en el momento previo a la pandemia.

No obstante, también deberán incorporar un “escenario alternativo” para aquellos casos de situaciones temporales limitadas por la aparición de brotes o cierres localizados.

Así pues, las guías docentes de cada una de las materias incluidas en el plan de estudios de una titulación oficial de grado o máster universitario deberán incluir un “plan de contingencia” con las medidas a adoptar en el caso de tener que aplicarse el escenario alternativo.

Asimismo, en el caso de las materias que contengan prácticas clínicas, deberán incorporar también el plan específico para su relevo parcial o total en caso de que fuese necesario.

La Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Galicia (ACSUG) será el órgano encargado de hacer un seguimiento de los planes de contingencia incluidos en las guías docentes, sobre todo, en lo que respecta a la atención tutorial al alumnado.

El protocolo también hace referencia a los aforos y recomienda que se aplique el 50 por ciento de aforo en los espacios con bancadas fijas, dejando siempre un puesto intermedio vacío, mientras que en el caso de mobiliario no fijo debería respetarse una distancia mínima de 1,2 metros entre los puestos.

En los grupos muy numerosos se apuesta por establecer un número máximo de asistentes por aula en función de las características espaciales, de la ventilación y de las posibilidades técnicas.

En estos casos, apunta la norma, es preferible emplear aulas espejo o docencia telemática simultánea y, de este modo, evitar concentraciones elevadas de estudiantado en un único espacio.

Con respecto a las prácticas clínicas, la Agencia de Conocimiento en Salud (ACIS) establecerá los criterios de priorización de los diferentes colectivos que opten a las prácticas clínicas.

Otros tipos de prácticas, cuyo desarrollo se pueda ver afectado por los efectos de la pandemia, se podrán sustituir por otro tipo de actividades “aunque siempre garantizando la adquisición de las competencias y capacidades exigidas”. 

Las universidades gallegas retomarán la "normalidad adaptada" el próximo curso