El conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, ha asegurado este lunes que ve "preocupantes" las aglomeraciones producidas en algunos lugares el fin de semana, tras el fin del estado del alarma, aunque en Galicia no se han visto "demasiadas".
En un encuentro digital organizado por Europa Press, ha advertido de que ya el aumento de la movilidad y los contactos sociales provocaron el repunte "dramático" tras las Navidades.
Ahora, esa misma posibilidad "existe" y, a pesar de que "todos queremos que no ocurra, va a ser difícil", ha alertado, ante este comportamiento "alarmante y preocupante".
Por parte de la Xunta, no descartan mantener una reunión con la Delegación del Gobierno y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "para intentar poner el acento en el próximo fin de semana", aunque Comesaña ha recordado que en Galicia ya están prohibidos los botellones, por ley, y las reuniones de no convivientes entre la 1 y las 6 horas de la madrugada.
Precisamente, esta misma mañana el Gobierno gallego ha presentado ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el decreto que entró en vigor este fin de semana con las nuevas restricciones, según ha informado el conselleiro, quien confía en que las medidas sean avaladas judicialmente, como el verano pasado con el cierre perimetral en A Mariña.
En esta ocasión, el TSXG tiene que ratificar el cierre perimetral para los municipios en nivel máximo de restricciones, actualmente cinco, y también el toque de queda desde las 23 horas en esas localidades.
Si la Xunta no consigue el aval del alto tribunal gallego, "estudiará" recurrir al Tribunal Supremo, el camino que ha establecido el Gobierno central, pero Comesaña ha puntualizado que "la judicialización de la pandemia" no les gusta y menos este "judicializar al cuadrado" tras el fin del estado de alarma.
Los jueces "tienen tareas mucho más importantes que hacer como para estar interpretando o haciendo de epidemiólogos", ha reprochado, al tiempo que ha confiado en que el argumento científico y clínico de la Xunta avala que "esto es lo que hay que hacer en estos momentos".
Comesaña ha criticado la actitud del Gobierno que deja a las comunidades autónomas en "desamparo" tras el fin del estado de alarma y, en concreto a Galicia, sin una ley nacional ni tampoco poder usar su propia ley de salud, que fue reformada en febrero pero recurrida al Tribunal Constitucional, por lo que algunos de sus preceptos están suspendidos.
A su juicio, esta situación es "lamentable" porque el Ejecutivo de Pedro Sánchez "ni legisla ni deja legislar".
Comesaña ha defendido el sistema descentralizado de la sanidad española, pero ha reclamado que se busque en un equilibrio entre esta descentralización y trabajar de manera coordinada con las comunidades autónomas ya que, en los últimos meses, cree que "no se ha buscado el consenso" en el Consejo Interterritorial de Salud.
Durante su exposición inicial, el conselleiro de Sanidad ha explicado la gestión realizada por la Xunta ante la pandemia que "aún no ha acabado", ha puntualizado, aunque la comunidad se encuentra en una "situación estable con tendencia a la baja".
La previsión que maneja el Gobierno gallego es que, con el plan de recuperación puesto en marcha para este año por 15 millones de euros, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) pueda recuperar en "dos años" el nivel de actividad previo a la pandemia, para situarse como en 2019.
Por lo que respecta a la recuperación de la actividad presencial, ha reiterado que se trata de llegar este año a un 60% de presencialidad y ha asegurado que, en este objetivo, el complemento variable para los facultativos "no será un problema", al ser preguntado por si se reducirá para los que no lleguen a este promedio.
