jueves. 30.11.2023

El documental de Netflix, "Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules", nos lleva a un viaje fascinante por las regiones del mundo donde las personas viven considerablemente más tiempo y, lo que es aún más importante, de manera saludable. Estas áreas, conocidas como zonas azules, albergan poblaciones que disfrutan de vidas más largas y activas sin un esfuerzo consciente por parte de sus habitantes.

  1. 1. Cultiva tu propio jardín
  2. 2. Levántate del suelo
  3. 3. Cocina en casa con productos de temporada
  4. 4. Menos Carne, más verduras y parar antes de estar lleno
  5. 5. Menos soledad, más comunidad
  6. 6. Menos redes sociales, más amistades reales
  7. 7. La Siesta, una tradición beneficiosa
  8. 8. Considera la vida en el Campo

En este artículo, exploraremos ocho hábitos inspirados en estas zonas azules que puedes incorporar a tu vida para aumentar tu longevidad y mejorar tu bienestar.

1. Cultiva tu propio jardín

Mi abuelo vivió más de 90 años y siempre tuvo un jardín que cuidaba con esmero, incluso en sus últimos años. Aunque tener un huerto no garantiza una vida más larga, sí implica un mayor movimiento y contacto con la naturaleza. Al cuidar de un jardín o huerto, te invitas a ti mismo a moverte diariamente, lo que beneficia tu salud física y mental. Este hábito también te conecta con la tierra y te permite disfrutar de la frescura de los alimentos cultivados por ti mismo.

2. Levántate del suelo

Puede parecer sorprendente, pero Dan Buettner, el investigador detrás del concepto de las zonas azules, se sentó durante dos días con una mujer de 104 años que se levantaba y se sentaba en el suelo 30 veces al día, lo que equivale a 30 sentadillas. Este simple gesto es un ejercicio efectivo que fortalece los músculos de las piernas y el núcleo, quemando calorías en el proceso. Sentarse en el suelo en lugar de en el sofá es una forma de mantener la fuerza física, la flexibilidad y el equilibrio, una práctica que ha sido adoptada en zonas como Okinawa, una de las zonas azules más longevas del mundo.

3. Cocina en casa con productos de temporada

Dan Buettner visitó a la familia más longeva del mundo, cuyos miembros tenían un promedio de 95 años, y descubrió que su alimentación se basaba en alimentos tradicionales y locales. Este enfoque implica consumir productos de temporada, incluyendo una gran variedad de verduras y frutas, así como una reducida cantidad de carne. Además, se utiliza menos sal y más hierbas para dar sabor a los platos. En regiones como Nicoya en Costa Rica, el cilantro es un ingrediente común, mientras que en Ikaria se emplean el hinojo, el orégano y la salvia. Adoptar una dieta más consciente y saludable es el primer paso hacia una vida más larga y activa. En España, la dieta mediterránea es un ejemplo cercano, caracterizada por su énfasis en cereales integrales, verduras, frutas, legumbres y tubérculos, junto con proteínas de origen animal como huevos y aves.

4. Menos Carne, más verduras y parar antes de estar lleno

Continuando con esta línea, Buettner observó que en las zonas azules, más del 95% de la ingesta dietética proviene de alimentos de origen vegetal. Esto significa menos carne y más verduras en el plato. En lugares como Okinawa, el tofu actúa como una fuente de proteína, siempre acompañado de verduras. Además, se practica el "hara hachi bu", una regla que implica detenerse de comer cuando se está lleno al 80%. Esto se debe a que el cerebro tarda unos 10 minutos en recibir la señal de saciedad del estómago. La alimentación consciente, que implica prestar atención a lo que se come y cómo se come, puede ayudar a combatir la saciedad sensoroespecífica, que nos lleva a seguir comiendo aunque ya estemos llenos.

5. Menos soledad, más comunidad

Encontrar una comunidad basada en tus intereses es una excelente manera de fomentar una vida más saludable. Esto puede implicar involucrarse en deportes colectivos, realizar actividades de voluntariado o unirse a un club de lectura para compartir intereses y socializar. Al participar en actividades en grupo, fortaleces tus relaciones y contribuyes a tu bienestar general.

6. Menos redes sociales, más amistades reales

La Universidad de Harvard ha señalado la importancia de cultivar amistades auténticas y significativas para aumentar la felicidad y el bienestar. En línea con esta idea, Dan Buettner sugiere que el "mejor truco para la longevidad es seleccionar tu círculo social inmediato". Las amistades comprometidas pueden influir positivamente en tu salud y estilo de vida. En las zonas azules, como Okinawa, los "moais" son pequeños grupos sociales que se unen para apoyarse mutuamente, lo que demuestra el valor de las relaciones sólidas en la promoción de la longevidad.

7. La Siesta, una tradición beneficiosa

En lugares como Ikaria, donde el calor suele mantener a las personas despiertas hasta tarde, la siesta a media tarde tiene un papel importante. Solo se necesitan 20 minutos para recargar energías y mejorar la vitalidad. En España, la siesta es una tradición centenaria que ha demostrado ser beneficiosa para la salud.

8. Considera la vida en el Campo

Aunque no todos vivimos en lugares como Singapur, que ha priorizado la salud y el bienestar de sus habitantes, podemos buscar un estilo de vida más saludable en áreas rurales. El entorno rural a menudo promueve hábitos saludables y una mayor calidad de vida. Algunas personas han optado por mudarse a áreas rurales, buscando una vida más tranquila y en contacto con la naturaleza. En definitiva, estas áreas rurales ofrecen un ambiente propicio para el bienestar y la longevidad.

Ocho hábitos Inspirados en las zonas azules para una vida larga y saludable