El Borussia Dortmund regresaba al Bernabéu una temporada después y el Real Madrid era consciente de que un alto porcentaje de las opciones de acceder a semifinales pasaba por obtener un buen resultado ante su público en la ida. Los blancos, que ya encadenan 17 encuentros invictos en casa, sólo necesitaron tres minutos para demostrarlo y poner la eliminatoria de cara. Benzema recibió escorado, combinó con Carvajal y el canterano cedió el esférico a Bale, que se internó en el área y tocó el balón de forma sutil con la puntera para batir a Weidenfeller.
Los locales eran un vendaval y encerraban en su área al conjunto alemán. Las ocasiones seguían llegando. Las dos siguientes tuvieron a Cristiano Ronaldo como protagonista. Su disparo desde la frontal en la primera fue despejado con problemas en el 10’ por el portero visitante, que dos minutos más tarde se lució en una falta que lanzó el portugués. Pepe también pudo marcar en el 14’, pero lo evitó la estirada de Weidenfeller a su remate de cabeza. El cancerbero germano estaba siendo, sin duda, el mejor de los suyos.
El Borussia Dortmund no creaba apenas peligro. Aún no había disparado a portería y se limitaba a sacudirse como podía las acometidas locales, pero antes de que se cumpliera la media hora de juego llegó el segundo. Isco controló en la frontal, levantó la cabeza y se inventó un disparo tan ajustado que ni la estirada de Weidenfeller pudo evitar que el balón se alojara en la portería en el 27’. El Real Madrid ya ganaba 2-0, el resultado que calificó Modric como excelente el día anterior en sala de prensa, pero parecía escaso a tenor de lo que se estaba viendo sobre el césped. Y más después del lanzamiento de falta de Bale, que obligó de nuevo a lucirse al portero alemán en el 30’. Gran primera parte del Real Madrid.
