sábado. 20.04.2024

Afortunadamente, Mireia es humana; Desgraciadamente, no pudo hacerse con dos medallas en dos finales seguidas en lo que hubiera sido una gesta para la historia. Mireia no tuvo tiempo de nada. Nadó el 800 libre, donde fue oro hasta el 650, y se dio cuenta que era el día de Carlin, así que protegió la plata con sus 8.21.22. Tres minutos después, exactamente, se tiraba empapada en el 200 estilos. Aguantó en mariposa, pero sucumbió en la espalda. Lógico (2.18.46—8ª). Felicidades! Lo de esta tarde en el Velodrom berlinés ha sido una auténtica locura para Mireia.

 

El calendario, desde luego, ya era para echarse a temblar: Dos finales femeninas seguidas de 800 libre y 200 estilos, y para rematar la tarde la final de 4x200 libre. Todo estaba decidido. Mireia nadaría las tres. Se fue a la cámara de salida decidida a ganar el oro en la prueba de resistencia y fue tirando arrastrando a la británica Jazmín Carlin, que asestó el golpe en el 650 para marcharse a por el oro. Mireia ya no pudo seguir a la galesa y decidió proteger la plata con uñas y dientes, ya que la húngara Kapas venía amenazante. Mientras ella tocaba la placa, sus rivales del 200 estilos ya estaban en la cámara preparadas.

 

A Mireia no le dio tiempo ni a secarse la cara. Tenía gotas de agua en sus gafas y de repente, estaba en el poyete de salida para hacer cuatro sprints de 50 metros cada uno en cuatro estilos diferentes. Si a ello le añades a Hosszu o Willmott como compañeras de viaje, entonces la hazaña se convierte en un imposible. SIN FUERZAS A Mireia le aguantó el primer 50 de mariposa, porque en la espalda se quedó y ya no tuvo reserva que sacar. La prueba se le hizo muy larga -no está acostumbrada a ir en los puestos traseros y tocó la pared en 2.18.46, a nueve segundos de su marca del Mundial de Barcelona 2013.

 

Pero la valentía de hacerlo merecen todo el aplauso, máxime cuando nadaba al final su tercera prueba en dos horas, la final de 4x200 libre donde acabó sexta con 7.57.25 junto a sus compañeras Melani Costa, Fátima Gallardo y Judit Ignacio. Cuando escribimos estas líneas Mireia está durmiendo por la paliza. Mañana por la mañana, cuando se levante, tiene que nadar un 1.500 libre. Bendita locura y dulces sueños. El coraje de intentarlo tuvo como premio una plata. La Natación es eso, intentar superarte y levantarte al día siguiente -con los huesos molidos- pero a por todas de nuevo. Por eso, la jornada de este jueves de la Natación española ha sido un éxito, se mire como se mire.

 

fuente: rfen.es

Belmonte, plata en los 800 libre; última en los 200 estilos