El Celta de Vigo presentó este miércoles la campaña de abonados para la temporada 2022-23, con la que pretende recuperar la masa social que perdió en las últimas dos campañas.
El responsable de área social del Celta, Raúl Rivas, fue el encargado de presentar la campaña “más ilusionante” de los últimos años en el club, la cual tiene como principal objetivo “recuperar la conexión entre club y abonados”.
“Antes de hablar de números, el objetivo que nos marcamos es más social, que vuelva esa comunión, esa conexión entre club y abonados. Estamos en ese camino”, comentó en su comparecencia ante los periodistas.
En este sentido, recordó que tienen “unas limitaciones” en cuanto a aforo porque la grada de Marcador todavía no está levantada, y posteriormente será derrumbada la del otro fondo, Gol.
“Los objetivos van a ser menos optimistas de los que nos gustarían porque no podemos meter más gente en Balaídos. Contando con que cuando tengamos una grada vamos a perder la otra, a lo mejor estamos unos años en los que nos costará crecer en cuanto al número”, subrayó.
Reconoció que la pérdida de abonados durante la pandemia preocupa a los dirigentes del Celta, por eso han tomado varias medidas para recuperar a esos socios: aquellas personas que fueron socias en las temporadas 2019-20 y 2020-21 no pagarán cuota de alta y se congela el precio de los abonos.
No obstante, la medida estrella de esta nueva campaña es la creación de la categoría sub-30 para facilitar la afluencia de los más jóvenes a Balaídos.
La nueva campaña de abonados es un homenaje a uno de los fundadores del club, Manuel de Castro ‘Hándicap’, cuya imagen aparece en el carnet físico de cada socio.
Los precios de los abonos oscilan entre los 292 y los 693 euros en categoría adulta; entre los 178 y los 554 euros en sub30; entre los 151 y los 463 euros para los sub25; y entre los 101 y los 188 euros en categoría sub15.
