La Policía Nacional detuvo a tres personas y propuso para sanción a varias más por su presunta implicación en los enfrentamientos que se produjeron el pasado domingo en las inmediaciones y en el interior del Estadio de Balaídos, en Vigo, donde se celebró la semifinal de la fase de ascenso a la liga Smartbank entre el Racing de Ferrol y el Nástic de Tarragona.
Según ha informado este miércoles la Policía, todos ellos estuvieron presuntamente implicados en diferentes delitos de atentado a agentes de la autoridad y desórdenes públicos.
La Policía, consciente de los antecedentes de enemistad entre aficionados radicales locales y del Racing de Ferrol, elaboró un dispositivo de seguridad para garantizar la seguridad y el orden público, el cual incluyó el acompañamiento en todo momento de los aficionados del Racing de Ferrol desde las afueras de Vigo hasta el Estadio de Balaídos.
Horas antes del partido, aficionados del Nástic acudieron a bares frecuentados por los seguidores locales más radicales, donde se unieron a ellos, y en el momento en que ambas aficiones coincidieron se produjeron altercados que obligaron a la Policía a intervenir.
Varios agentes recibieron empujones, patadas y puñetazos, y vieron cómo les tiraban botellas y piedras, algunas de las cuales hicieron diana tanto con los policías como en vehículos estacionados.
Los enfrentamientos se reprodujeron continuaron en el interior del estadio durante la celebración del partido, obligando a la Policía a intervenir de nuevo, momento en que los agentes procedieron a la identificación y detención de tres personas, que fueron trasladadas a comisaría.
Además, varias personas han sido propuestas para sanción por violar la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, y la ley de protección de la seguridad ciudadana, lo que les podría suponer multas de entre 3.000 y 6.000 y la prohibición de entrada a recintos deportivos de seis meses a un año.
Como resultado de los enfrentamientos con la Policía, dos agentes resultaron heridos y tuvieron que ser atendidos en un centro médico de la ciudad.