Siempre se piensa que generar riqueza, o construir un patrimonio, es algo al alcance solo de personas que tienen unos ingresos elevados o que han tenido suerte tomando una serie de decisiones sobre su dinero.
Esto no es así, ya que dentro de sus posibilidades todo el mundo puede generar riqueza con el fin de garantizarse un futuro más relajado y estable.
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Ahorro e inversión
Con el fin de crear un patrimonio, lo principal es comenzar a ahorrar. Hay que establecer un plan de ahorro dependiendo de nuestros ingresos y de los gastos, eliminando todos los superfluos.
Para ayudarnos a hacerlo, podemos buscar contenido sobre economía en la red, en donde encontraremos todo tipo de explicaciones que nos harán más fácil el proceso.
El ahorro solo es una parte, ya que la siguiente es la inversión. De poco sirve ahorrar si el banco nos da un 0,5 % de interés si la inflación está subiendo a un 2 % anual. Aquí, conviene estudiar y dedicar una pequeña cantidad mensual a la inversión en todo tipo de activos.
Reducción de deudas
Tener deudas no siempre es malo. Por ejemplo, es malo endeudarse para comprarse un coche, pero no a la hora de adquirir una casa. Si no entendemos bien ¿Qué es finanzas Personales?, puede que esto nos parezca raro, pero lo cierto es que si nos endeudamos tiene que ser para la adquisición de activos.
Ahora bien, hay que atacar esas deudas de una forma inteligente. Eso quiere decir que se pagan primero las que tienen intereses más altos.
Además, siempre hay que estar estudiando la posibilidad de consolidar préstamos si eso es más ventajoso para nosotros.
Crear múltiples fuentes de ingresos
Se dice que con el trabajo es muy complicado generar riqueza, más si el sueldo no es demasiado alto.
De esa forma, hay que buscar maneras de producir ingresos paralelos sin dejar el trabajo principal, aquel que nos aporta una entrada de dinero segura, mes a mes.
¿Qué podemos hacer? Gracias a Internet es muy sencillo comenzar un pequeño negocio sin apenas inversión. Canales de YouTube, una pequeña academia en la que damos clases sobre un tema que controlamos, o incluso ofrecer servicios como freelance en nuestro tiempo libre puede ser una opción.
Otro negocio podría ser comprar una propiedad inmobiliaria mediante un crédito (aquí nos estaríamos endeudando para adquirir un activo), y ponerlo en alquiler generando así ingresos pasivos.
La planificación fiscal es crucial
En todos los países se cobran impuestos, más en unos que en otros. Así, hay que establecer una buena planificación fiscal y a ello nos ayuda un asesor, un gestor o contador.
Aquí, la idea es pagar lo menos posible dentro de la legalidad, aprovechando todas las deducciones y los beneficios fiscales del país cuando toca hacer la declaración anual.
También hay que priorizar las formas de ahorro que tienen ventajas fiscales, como los planes de jubilación o los fondos indexados (si es que eso aplica en tu país).
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Crear riqueza nos da tranquilidad a largo plazo. Hay que empezar ya, ahorrando, disminuyendo las deudas y desarrollando nuevas fuentes de ingresos. Por supuesto, no hay que olvidarse de la fiscalidad, ya que los impuestos se pueden llevar una buena parte de esa riqueza si no lo hacemos bien.
