Los clústeres de automoción españoles han alertado de la situación a la que se enfrentan por el contexto económico y el descenso de las ventas de vehículos nuevos, una bajada de matriculaciones que consideran que puede llevar a un escenario de "caída sin precedentes" de esta industria.
En un comunicado, las asociaciones ACAN, CEAGA, AEI La Rioja, AVIA, CAAR, CIAC, FACYL y GIRA consideran "vital" un plan para impulsar las inversiones de cara a la transformación digital y ecológica que necesita el sector, la electrificación, la modernización y la automatización de los procesos productivos, y apuntan a los fondos europeos como motor de estos cambios.
La industria de la automoción asegura que las consecuencias de la situación pueden afectar directamente al empleo de 2 millones de personas.
A la caída de las ventas de vehículos nuevos en los cuatro primeros meses del año, del 25 % sobre 2019 y del 7,5 % sobre 2020, se añaden los fuertes incrementos de precios en materias primas, la escalada de los precios de la energía, la elevación de los costes del transporte o el desabastecimiento generalizado de elementos esenciales para la producción de la industria automovilística.
Los parones en la producción de los fabricantes por la falta de componentes han roto las economías de escala de un sector que trabaja con márgenes muy pequeños en los que los beneficios aparecen con altos volúmenes de fabricación, han afirmado.
La escalada de precios de los factores de producción supone para los proveedores "una carga insostenible" que hace peligrar su viabilidad y permanencia en el sector y/o supervivencia si no pueden equilibrar estos sobrecostes, avisan.
Además, denuncian que los consumidores están "desnortados y no saben por qué tecnología apostar, al igual que sucede con muchos de los gestores públicos, y ven que muchos de ellos no van a tener capacidad de acceso a las nuevas formas de movilidad que se les presentan, bien por motivos económicos, bien porque no se ajustan a lo que necesitan y no se les ha preguntado".
En la transición al vehículo eléctrico, los agentes sociales ya han puesto encima de la mesa que, si no se hace bien, será excluyente desde el punto de vista social y supondrá la destrucción de en torno al 30 % del empleo industrial actual.
Las asociaciones se refieren también a la reforma laboral, de la que destacan que conlleva dificultades en la gestión de la temporalidad, una cuestión -recuerdan- que ha sido fundamental para la competitividad de estas empresas y que sin ella puede provocar que los ERTE (expedientes de regulación de empleo temporal) puedan convertirse en despidos.
Defienden el papel de los clústeres de automoción en las regiones donde están presentes, al servir de correa de transmisión de mejoras productivas para las pymes y por que van a ser los instrumentos para la transformación del sector hacia la movilidad, con la incorporación de nuevos modelos de empresa, de negocio y con la gestión de la digitalización.
Y piden una reflexión para redefinir las relaciones entre todos los puntos de la cadena de valor basadas en la flexibilidad y una rápida adaptabilidad hacia una realidad "inestable".