Las negociaciones que se llevaron a cabo en los últimos días no fueron suficientes para evitar el inicio de una huelga indefinida en el servicio de recogida de basura de Lugo, a tan sólo tres días de que comience el Arde Lucus, la fiesta de Interés Turístico Gallego que evoca el pasado romano de la ciudad y que congrega a decenas de miles de personas en la capital lucense. Estaba previsto que la huelga comenzase el pasado domingo a medianoche, pero finalmente el comité de empresa aceptó aplazar el inicio de la protesta un día con la condición de que la empresa solicitase la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais, algo que la patronal hizo ayer por la mañana.
Aunque ya ha sido designado un mediador para intentar que ambas partes puedan llegar a un acuerdo, los trabajadores decidieron ayer en asamblea, poco antes de la medianoche, iniciar ya la huelga indefinida en el servicio de recogida de basura, a la espera de que lo que pueda suceder en la jornada de hoy, dado que la dirección de la empresa y el comité han sido convocados a una nueva reunión. Por parte de los sindicatos, Carmen Aira, de la CIG, afirmó que si una cosa tenían clara los representantes de los trabajadores era que, a falta de un acuerdo cerrado, la huelga no iba a aplazarse más allá del lunes, porque "la razón de que se convocase para principios de semana" era,"precisamente, que se noten sus efectos durante el fin de semana, cuando se celebra el Arde Lucus".
El gobierno local de Lugo no pierde todavía la esperanza de que ambas partes puedan llegar a un acuerdo y el propio teniente de alcalde, Luis Álvarez, reconoció que sigue "expectante" la evolución de esas negociaciones. En todo caso, por si se diese la circunstancia de que patronal y trabajadores no llevan las negociaciones a buen puerto, el Gobierno local, con el alcalde José López Orozco a la cabeza, ha decretado unos servicios mínimos que rondan el 100%, ante la previsión de la ciudad multiplique hasta por cinco su población habitual durante el fin de semana. Esa decisión ha sido acogida con críticas por parte de los sindicatos, pero también por parte del grupo municipal del BNG.
