El Juzgado de lo Mercantil de Lugo ha declarado culpable el concurso de acreedores de Alimentos Lácteos y ha condenado a los dos antiguos administradores de la sociedad, Arcadio López -expresidente de Gancobre- y Eugenio Montero -presidente de La Arzuana-, a pagar 2,9 millones de euros por la quiebra de la empresa de base cooperativa.
La sentencia, a la que EFE ha tenido acceso, también los inhabilita a ambos para ejercer como administradores de "bienes ajenos" durante un período de dos años y "a la pérdida de los derechos que tengan reconocidos" como acreedores de la propia sociedad.
El Juzgado de lo Mercantil declara el concurso como culpable por los perjuicios que provocó el retraso a la hora de presentarlo, dado que los administradores de la sociedad reconocieron que en el año 2011 la empresa ya estaba en una situación de insolvencia, pero la entrada en concurso de acreedores no se produjo hasta 2013. "No se discute por la concursada ni por las personas que según la Administración concursal se verían definitivamente afectadas por la calificación, la presencia de causa de insolvencia desde el año 2011.
Lo que nos lleva a determinar si en el período comprendido hasta mayo de 2013 ésta se agravó o se causó un deterioro económico de la concursada", aclara la jueza. En ese sentido, la sentencia estima que en ese tiempo se fue deteriorando uno de los principales activos de la empresa de base cooperativa, sus marcas, que se depreciaron en torno a 5,6 millones de euros.
"Los activos más importantes de la concursada eran sus marcas comerciales, que representaban el 68,01% del valor total de mercado de la masa activa y el retraso en la declaración de concurso ha supuesto una depreciación de esos activos estimada en 5.675.000 euros", precisa la resolución judicial.
Asimismo, también venció el plazo de tres años durante el que Pascual, propietaria de la factoría de Outeiro de Rei, se comprometía a indemnizar a sus antiguos trabajadores si la fábrica, ya entonces regentada por Alimentos Lácteos en régimen de alquiler, cerraba sus puertas. "La eficacia de esta cláusula se hubiera extendido hasta el 23 de febrero de 2013, tres meses antes de que Alimentos Lácteos presentara la solicitud de concurso", de tal manera que la empresa de base cooperativa podría haber reclamado a Pascual "el importe previsto en el contrato para indemnizaciones del personal, que asciende a 2.576.637 euros", precisa la sentencia.
En el juicio, que se celebró el pasado 22 de octubre, los antiguos administradores de Alimentos Lácteos admitieron que la empresa de base cooperativa ya era insolvente a final del ejercicio de 2011, pero su defensa mantuvo que al demorar la entrada en concurso de acreedores "siempre actuaron de buena fe", porque esperaban una inyección de dinero público para reflotar la sociedad En concreto, la letrada que se hizo cargo de su defensa precisó que ambos confiaban "en un plan de viabilidad" que iba a obtener "financiación de Xesgalicia y del Igape".
La administración concursal, sin embargo, insistió en que el concurso de acreedores que finalizó con la liquidación de la empresa tenía que ser declarado "culpable" y responsabilizó a Montero y López de la situación generada, porque incumplieron con su "obligación" de haberlo solicitado en plazo. En ese sentido, subrayó que quedó "absolutamente acreditado" que la empresa ya era "insolvente" a finales de 2011 y al demorar la entrada en concurso de acreedores se produjo "un deterioro" en la situación de la sociedad.