jueves. 18.04.2024

El juzgado de lo penal número tres de Vigo ha establecido un plazo de 48 horas para que el administrador de la empresa Darzal, condenado a veintiséis años y medio de cárcel en una de las causas de la conocida como trama de Las Cinco Jotas, ingrese voluntariamente en prisión. Tras la celebración hoy de una vista para decidir sobre la situación de Fernando G.M., el juzgado ha acordado su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por el riesgo de fuga, derivado de su capacidad económica y de la entidad de las penas, señalan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

 

La causa de Las Cinco Jotas, desgajada en diferentes juicios, tiene como epicentro al grupo empresarial vigués del mismo nombre, que emitía facturas falsas en favor de otras sociedades para eludir el pago del IVA, y cuyo principal responsable, José Manuel Costas, está fugado de la justicia. Fernando G.M. fue condenado a un total de veintiséis años por nueve delitos contra la Hacienda Pública en relación con el impuesto de sociedades de 2005 a 2009 y respecto al IVA, de 2005 a 2008, y como inductor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil.

 

En la misma sentencia, el hermano de José Manuel Costas, Jacobo, ha sido condenado a once años de cárcel como cooperador necesario de los nueve delitos contra la Hacienda Pública atribuidos a Fernando G.M. y también por un delito continuado de falsedad en documento mercantil, al igual que un testaferro de la trama, José Luis M.L. Pero como quiera que ambos ya fueron condenados por este segundo delito en otras piezas separadas, el tribunal considera que ya está agotada la punición del mismo y declara que se les condena pero no se les impone pena efectiva. En concepto de responsabilidad civil, los acusados indemnizarán solidariamente, con responsabilidad directa de la entidad Darzal Consultoría y Prevención S.L. a la Agencia Tributaria 3,9 millones de euros por las cuotas tributarias defraudadas.

El juzgado da 48 horas al administrador de Darzal para ingresar en prisión