Olegario Giménez, patriarca del clan de los morones, permanece en el servicio de urgencias del hospital Povisa de Vigo, donde está custodiado por la Guardia Civil, en espera de evolución antes de ser trasladado a la prisión de A Lama, informaron a Efe fuentes policiales. El autoproclamado "Rey de los gitanos" de Galicia compareció esta mañana ante el Juzgado de instrucción tres de Cangas, adonde llegó en un coche, en calidad de investigado en la causa sobre supuestas extorsiones a vendedores ambulantes de la provincia de Pontevedra.
Tras dictar el juez su ingreso en prisión provisional y cuando un un furgón de la Guardia Civil esperaba a la salida de los calabozos del Juzgado para trasladarlo a prisión, se sintió indispuesto y tuvo que ser asistido por equipos médicos y luego fue trasladado al hospital Povisa. Allí permaneció ingresado hasta ayer, desde que el pasado martes fuese detenido en su domicilio en Tomiño, motivo por el cual no pasó a disposición judicial junto al resto de arrestados.
De todos ellos, el juez envió a prisión a tres hijos de Olegario Giménez: Sinaí, Saúl y Juan Paulo. Los restantes miembros del clan familiar y allegados, hasta once, quedaron en libertad provisional con la obligación de comparecer ante la justicia los días 1 y 15 de cada mes. Los delitos investigados en la denominada operación Vida son los de organización criminal, extorsión, coacciones o amenazas, contra la Seguridad Social, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales.
El conflicto entre los denominados clanes gitanos de los "morones" y los "zamoranos", sobre el cual se iniciaron las indagaciones, ha tenido varios episodios violentos, con reyertas en Cangas y en la céntrica calle Gran Vía de Vigo. El episodio más grave se produjo cuando un grupo de "zamoranos" fue tiroteado al regresar a O Porriño tras participar en el mercadillo de Coia, en Vigo, sin que por el momento las fuerzas de seguridad hayan arrestado al autor o autores del asalto. El enfrentamiento entre estos dos clanes propició, asimismo, el exilio de un centenar de familias "zamoranas" a Castilla por desavenencias sobre la feria de la localidad gallega de Tui, en la frontera hispano-portuguesa.