La compañía electroquímica Elnosa ha iniciado los trabajos para desmantelar su fábrica de Lourizán (Pontevedra), cerrada a finales de 2018 tras no poder adaptar su producción a las directivas ambientales de la Unión Europea. El grupo portugués Bondalti, propietario de Elnosa, invertirá unos 528.000 euros en la primera fase de este proceso de demolición, que afectará a un espacio de unos 13.000 metros cuadrados y durará unos seis meses.
El Ayuntamiento de Pontevedra ha concedido este lunes la licencia para la realización de estos trabajos, después de que la empresa haya obtenido los informes favorables de los departamentos de Medio Ambiente y Costas del Estado.
Las obras de desmantelamiento, según consta en el proyecto presentado, afectará a todas las instalaciones salvo el edificio de oficinas, los tanques en donde se almacena el ácido clorhídrico, la depuradora, el decantador de salmuera y la red de aguas residuales. Todos estos equipamientos serán necesarios para poder abordar la posterior descontaminación de todo el suelo que ocupaba la fábrica pontevedresa.
Entre otras construcciones, se demolerán ya la planta de tratamiento, los vestuarios, la zona de lavadora, los talleres, la sala de compresores, la nave de almacenamiento de sal y cloro, los depósitos de sosa y todo el sistema de tuberías, filtros y decantadores.
Elnosa ya ha eliminado todo el mercurio de los terrenos, porque su presencia sería "incompatible", según ha explicado la concejala pontevedresa Carme da Silva, con este proceso de demolición al ser "altamente contaminante". La compañía deberá emitir informes periódicos sobre cómo avanza su desmantelamiento y compartir con las autoridades los datos sobre la posible emisión de contaminantes a la atmósfera o al emisario submarino.
Además, tendrá que contactar con un gestor autorizado para el tratamiento del amianto u otros residuos peligrosos que haya en las instalaciones. Da Silva ha celebrado la "buena noticia" que supone dar este "importante paso" para recuperar la ría de Pontevedra.