La empresa Ence ha reiterado este jueves que defenderá la legalidad de la prórroga concedida a su fábrica en Pontevedra "hasta las últimos instancias" y que no renunciará a su continuidad en su actual emplazamiento. En un comunicado, la compañía asegura que mantendrá esta lucha "en interés" de sus trabajadores, sus proveedores y "las más de 5.000 familias" que, según sus datos, dependen del funcionamiento de la factoría pontevedresa.
Ence sale al paso de esta manera de la valoración de la agenda de rating Moody’s que, en un informe publicado ayer, concluía que la compañía podría compensar el impacto de un hipotético cierre de la fábrica de Pontevedra con el negocio de la energía renovable. La empresa no renunciará a su proyecto empresarial en Pontevedra y, a este respecto, insiste que su actividad industrial en la ciudad gallega se rige por los "más altos estándares" de responsabilidad ambiental.
Todos los parámetros de su factoría, añade Ence, mejoran "ampliamente" las normas y autorizaciones ambientales "más exigentes" a nivel español y europeo y, entre otros sellos de calidad, cuenta desde 2014 con la etiqueta ecológica Nordic Swan. Prueba de ello, según la compañía, es que su fábrica de Pontevedra está junto a "importantes" bancos de marisqueo y en sus inmediaciones hay hasta cinco playas que cuentan con el distintivo ambiental de la bandera azul.
