El Ministerio de Hacienda de España está trabajando en una importante reforma fiscal que beneficiará a miles de trabajadores autónomos. Esta reforma tiene como objetivo la transposición de la Directiva Europea 2020/285, que entró en vigencia en febrero de 2020 y permitirá a los autónomos con ingresos anuales inferiores a 85.000 euros quedar exentos de incluir el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) en sus facturas durante los próximos dos años.
Esta medida busca aliviar la carga administrativa de las pequeñas y medianas empresas y facilitar su crecimiento, promoviendo el comercio transfronterizo. Entre las propuestas que se están debatiendo se encuentra la implementación del régimen de IVA franquiciado, que eximirá a los autónomos acogidos a esta modalidad de incluir el impuesto en sus facturas y, en consecuencia, no aplicar el gravamen a los productos y servicios adquiridos por sus clientes.
Esto permitirá a los autónomos mantener sus precios de venta al público y convertir el porcentaje de IVA en un beneficio adicional o, incluso, reducir los precios finales de venta.
Este nuevo régimen será aplicable a aquellos autónomos cuyos ingresos anuales no superen los 85.000 euros y podrán demostrar su cumplimiento mediante la presentación de una declaración anual de ingresos de su actividad económica. Es importante destacar que acogerse a este régimen será opcional, y aquellos autónomos que facturen menos de 85.000 euros no estarán obligados a optar por esta vía, pudiendo continuar en el régimen de estimación directa si así lo desean.
Esta reforma representa un importante avance para simplificar la tributación de los autónomos y promover el crecimiento de sus negocios.
Según lo informado por el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, en colaboración con las asociaciones de autónomos, se está trabajando arduamente en la implementación de este nuevo modelo fiscal. Se espera que, una vez se hayan realizado todas las modificaciones necesarias en la normativa, este cambio entre en vigor a partir de enero de 2025.
Este plazo permitirá a los autónomos adaptarse a las nuevas reglas y beneficiarse de este régimen especial de IVA franquiciado, aliviando así su carga administrativa y potenciando el crecimiento de sus negocios.
