Basta con echar un vistazo a las carreteras gallegas para darse cuenta de que los coches de hoy en día poco tienen que ver con los de antaño. En gran medida esto es fruto de los numerosos avances que se han producido, no solo a nivel tecnológico, sino también en lo referente a los materiales.
Hoy precisamente hablaremos de un material en concreto, el cual todo parece indicar que en un futuro estará muy presente en el sector de los automóviles. Se trata del acero de alta resistencia, el cual se elabora con un avanzado proceso tecnológico de mecanizado que termina con una comprobación de la calidad que tienen las piezas finales.
Varios aspectos muy positivos son los que están dando pie a que los aceros de alta resistencia o de elevado límite elástico pasen a considerarse como una opción más que viable para dar forma a los coches del futuro. A continuación profundizaremos en los que adquieren una mayor importancia.
Menor coste en comparación con otros materiales
Es innegable que los coches han experimentado una gran subida de sus precios sobre todo a lo largo de los últimos cuatro años. Vehículos que antes costaban 15.000 euros, hoy en día no bajan de los 20.000. Así pues, los fabricantes están haciendo todo lo posible por abaratar costes sin que ello suponga una disminución de la calidad.
En este sentido, el acero de alta resistencia se está convirtiendo en una alternativa muy a tener en cuenta. Y es que su coste, sobre todo si lo comparamos con el de otros materiales que ofrecen un resultado similar, es bastante inferior. Ello repercute en el precio final de los automóviles.
Atrás quedan los tiempos en los que, a los fabricantes, les costaba muchísimo dar forma a piezas complejas con el nivel de precisión tan alto que exige una industria como la automovilística. Hoy en día, gracias al proceso de la estampación en frío, resulta bastante más sencillo y rápido. Esto deriva en que los precios de dichas piezas hechas a medida se reduzcan considerablemente.
Los vehículos hechos con este tipo de acero pesan menos y no consumen tanto
Seguimos con el factor económico para abordar ahora otra ventaja de dicho material, la cual está directamente relacionada con el aspecto monetario. En concreto, nos referimos a un menor consumo. Es decir, el combustible se aprovecha más.
¿Cómo es posible? Básicamente es fruto de que los coches pasarán a tener un menor peso si sus piezas están hechas de este tipo de materiales. Por ende, no se requerirá tanto combustible para que el vehículo se desplace junto a sus ocupantes y la carga del maletero.
Tal vez en cien kilómetros no se note demasiado, pero a lo largo de la vida útil que tiene un coche, el ahorro en combustible puede llegar a ser considerable. A su vez, esto no solo es beneficioso en términos económicos. Por si fuera poco, también es tenido en cuenta por quienes dan al ecosistema la importancia que merece y hacen todo lo posible por cuidar el medio ambiente.
Las propiedades mecánicas se mantienen intactas
Otro de los aspectos que llaman mucho la atención de los aceros de alto límite elástico se resume en que sus propiedades mecánicas no se alteran lo más mínimo si el coche que cuenta con ese material sufre algún percance. Nos referimos a una deformación provocada por un accidente, por ejemplo, así como el hecho de tener que soportar una carga considerable.
Se considera un material con un gran potencial para esta industria sobre todo porque proporcionaría un nivel de seguridad más elevado al colisionar con cualquier elemento, desde una farola o el guardarraíl hasta otro vehículo, una glorieta y un muro.
La energía se absorbe óptimamente. Así pues, la zona en la que están los ocupantes del coche se ve menos afectada, reduciendo las probabilidades de que sufran daños.
Los coches pasarán a controlarse mejor
A partir del momento en que los aceros de alto límite elástico pasen a estar presentes en muchos de los coches que veremos circulando por Galicia, lo cual previsiblemente acabará sucediendo en un futuro, la conducción de todos ellos será más gratificante debido a que la estructura hará gala de una mayor rigidez.
En líneas generales, dicha característica deriva en que el automóvil pueda controlarse de manera más precisa sin requerir una gran pericia como piloto. Por si fuera poco, las curvas y los giros bruscos afectarán menos al vehículo, puesto que presumirá de más estabilidad.
Teniendo en cuenta todas las propiedades tan beneficiosas que hemos sacado a colación, no es de extrañar que el acero de alta resistencia esté siendo estudiado como un material con tanto potencial para esta industria. Si las previsiones se cumplen, en los próximos años empezaremos a ver unos cuantos coches fabricados con estas piezas, los cuales serán más económicos, seguros y eficientes.