El secretario general de la Federación Gallega de Transporte de Mercancías (Fegatramer), Carlos García Cumplido, ha reconocido que este sector “está harto” porque los transportistas están siendo “ninguneados por todo el mundo”.
Los transportistas, reconoció a EFE, están “cansados”, “hartos” y “piden respeto”, porque se sienten “ninguneados” por las empresas cargadoras y también por el Gobierno de España, que no cumple sus compromisos con el sector e incluso plantea “una subida de impuestos” en un momento tan delicado para el sector.
Según García Cumplido, el Gobierno ha “incumplido de forma sistemática los compromisos con el sector” y, además, en un momento tan complicado, cuando los transportistas lo están pasando mal por el incremento de los costes de producción, “plantea una subida de impuestos”.
El portavoz de Fegatramer afirmó que el “pago por el uso de infraestructuras” o aumentar los tributos por emisiones son, en realidad, una “subida de impuestos”.
“Qué alternativa tienen los transportistas para reducir emisiones”, dijo García Cumplido, cuando realmente no existen en el mercado todavía opciones más limpias, como el hidrógeno, para mover los vehículos pesados. “Qué alternativas tenemos”, se preguntaba.
Por otra parte, reconoció que el sector también está “harto” de la “prepotencia de las cargadoras”, que se “aprovechan de su posición de fuerza” e impiden que los transportistas puedan repercutir en el coste del servicio la subida de los costes de producción, fundamentalmente la subida de los carburantes.
También, recordó, los transportistas “exigen respeto” con la convocatoria de huelga para diciembre, habida cuenta de que muchos conductores se están viendo obligados a participar “en las labores de carga y descarga” y, en ocasiones, se tienen que quedar en el lugar de origen días a la espera de que carguen o descarguen la mercancía de su camión, porque “son ninguneados por todo el mundo”.
Precisó, en ese sentido, que efectivamente en este momento la situación es peor por la subida de los costes de producción, pero algunos problemas estructurales son arrastrados desde hace tiempo sin que por parte de la Administración se les buscase una solución adecuada.