jueves. 28.03.2024

La reciente evolución de la pandemia, con el surgimiento de la variante ómicron, ya pasa factura al turismo, especialmente a la recuperación de las agencias de viajes, que observan preocupadas cómo el ritmo de las reservas a corto plazo "se ha ralentizado".

Tal frenazo contrasta con la "recuperación sustancial" lograda en los últimos meses, desde el verano, ha explicado este lunes a Efe el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, que avisa de que la facturación del sector quedará este año un 50 % por debajo de los niveles de 2019.

Sobre los efectos de la ómicron en la actividad de las agencias de viajes, Garrido asegura que lo peor "ha sido la ralentización que ha habido en el ritmo de las reservas que se estaban dando, más que las cancelaciones en sí".

El presidente de CEAV lamenta que el ritmo de reservas se haya parado "bastante" otra vez justo cuando "iba cogiendo unas velocidades mucho más interesantes", de forma que "quien pensaba irse de vacaciones en enero o febrero lo tiene parado", aunque la gente ya "está reservando para Semana Santa, mayo, junio y el verano".

En cualquier caso, admite que "sí que ha habido cancelaciones a algunos destinos que han impuesto cierres y restricciones muy severas, como Países Bajos, Austria -que ya ha abierto-, Alemania o varios países de África".

Sin embargo, no se ha producido ninguna alteración en otros lugares que han continuado funcionando "bastante bien en estos días de fiesta", como el Caribe, donde "todos los vuelos han ido llenos y la ocupación ha sido muy alta", o Finlandia, un destino tradicional en estas fechas navideñas, así como Canarias, que "ha funcionado bien" a pesar de que ha habido menos ingleses de lo habitual.

LAS RESTRICCIONES A LA MOVILIDAD, UN ERROR

Las agencias de viajes consideran que existe una "correlación directa entre las restricciones políticas y fronterizas, y el índice de turistas".

Según Garrido, "la gente quiere viajar y está dispuesta a hacerlo con sus medidas de seguridad, con sus mascarillas, sus distanciamientos", pero "si se lo impiden porque tiene que hacer cuarentena, entonces el destino se cierra totalmente".

"Es un error a estas alturas interponer medidas a los viajeros, impedir la libre circulación, porque claramente los contagios no se producen en los viajes".

A este respecto, insiste en la importancia de la vacunación y las medidas sanitarias y sentencia: "creemos que todo lo que es imponer restricciones a la movilidad no tiene sentido y es un error para la economía, para el turismo y para todos".

Al respecto, el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal, reclama también que se establezca un protocolo "claro" que regule con normas "fijas" la movilidad de las personas entre los diferentes países.

En su opinión, las medidas que se están imponiendo ante el avance de la ómicron supone "de nuevo un gran palo" para el sector, por lo que Marichal reclama que facilite "una cierta movilidad", siempre que haya un "grado riguroso de control".

"El covid no entiende de fronteras, entiende de controles y de medidas sanitarias, que los establecimientos turísticos españoles hemos sabido implementar con éxito absoluto", ha defendido.

REFLEXIÓN SOBRE ESTE AÑO

Volviendo a las agencias de viajes, según la CEAV el primer semestre de 2021 "fue muy malo", pero a partir del verano "empezó a recuperarse la demanda, sobre todo nacional, y poco a poco, hasta noviembre, se estaba produciendo una recuperación sustancial".

Si la facturación de las agencias cayó un 90 % en 2020, este año lo hará un 50 % respecto a los números de 2019, último ejercicio previo a la crisis sanitaria, lo que se traduce en un retroceso que sigue siendo "muy alto, muy grave para el sector".

Y es que mientras que los establecimientos turísticos españoles "han podido salvar mucho mejor las cifras gracias a la demanda nacional, las agencias de viajes tienen mucha dependencia del turismo emisor, del de negocios y de los viajes de empresa".

El frenazo de las reservas por la ómicron preocupa a las agencias de viajes