viernes. 29.03.2024

El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro Miranda, ha considerado hoy que en los casos de corrupción "el incremento de las penas constante nunca va a ser la solución" y apela a que "el corrupto tenga la sensación de que va a ser investigado y sancionado".

 

Durante la ponencia "Corrupción y Justicia", impartida dentro de la segunda semana de la Escuela de Verano del Poder Judicial "Qué Justicia desean los jueces" en el Pazo de Mariñán, Navarro Miranda ha reflexionado sobre uno de los aspectos que más preocupan "a la sociedad española".

 

Ha recordado que "la justicia penal, que se encarga de erradicar este mal funcionamiento de la sociedad, no es la solución definitiva", aunque "va a colaborar, pero le hacen falta otros elementos". Estos son los "controles anteriores a los hechos, la dación de cuentas y la transparencia", porque "lo fundamental son las cuestiones previas" y que "la propia conciencia de la sociedad no transija las corruptelas".

 

Subraya que "el incremento de las penas constante nunca va a ser la solución" porque considera que "es más importante la rapidez de la sanción" y destaca la relevancia de que "el corrupto tenga la sensación de que va a ser investigado y sancionado". Contra los corruptores es clave "la labor legislativa" y a nivel global espera que "la sociedad se arme con valores" que lleven hacia el final de la corrupción.

 

"Se debe pensar que la gente tiene que actuar de forma correcta no porque esté detrás la Policía o la Justicia sino porque lo correcto es actuar de forma siempre sana y en beneficio de la sociedad, eso servirá para evitar que la corrupción se convierta en algo generalizado", ha añadido. Los últimos cambios legislativos, que incluyen la "financiación ilegal de los partidos políticos", suponen un "gran avance", aunque todavía hay cuestiones pendientes como los aforamientos.

 

En este caso Navarro Miranda ve necesario "que la sociedad aprecie la intención del legislador de no salvaguardarse" en el caso de diputados y senadores, pues España es el país con mayor número de aforados, con más de 100.000 entre los que se incluyen las "fuerzas de seguridad del Estado".

 

Tampoco le parece "sensato" que "el aforamiento de personas iguales sea diferente" y lo ejemplifica con que el presidente de la Xunta está aforado ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia mientras que su homólogo en la Comunidad de Madrid tendría que ir al Tribunal Supremo. Censura "que los autos peregrinen mientras va peregrinando el fuero de la persona que está inculpada", lo que sucede cuando varían los cargos de los investigados.

 

Reconoce que, en el caso de los juzgados autonómicos, "la presión que tienen por causas de corrupción son durísimas", por lo que baraja la posibilidad de que ésta sea aliviada por los "juzgados centrales" que "apartan al juez de la presión real que puede existir", lo que "es una ventaja". Durante su intervención ha recordado la "figura de la acción popular" que "ahora mismo está cuestionadísima" por lo que cree que "la desconfianza en ella hará que se limite".

La Audiencia Nacional descarta aumento de penas y pide acorralar al corrupto