jueves. 28.03.2024

La OCDE mejora sus previsiones sobre la economía española pero pide mantener el "rumbo" y el esfuerzo en las reformas estructurales porque España no está en el punto de llegada sino en el de salida.

 

El informe bianual de la OCDE sobre la economía española presentado hoy por el secretario general de este organismo, Ángel Gurría, y por el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, recomienda subir los impuestos al consumo y bajar las cotizaciones sociales y los gravámenes a las empresas y al trabajo, así como no aumentar los salarios hasta que no aumente la productividad. Gurría ha señalado que la economía española no está en un punto de llegada, sino en un buen punto de partida y ha recordado que los retos que tiene ahora el país "son menos claros y más complejos" ya que están vinculados a cambios institucionales y de cultura.

 

"Cuando la casa se estaba incendiando no era muy difícil saber que había que echar agua, los retos ya no son los evidentes de bajar el déficit", ha dicho, tras felicitar al Gobierno español por las reformas que "ya han dado sus frutos" y han hecho que la economía vuelva a crecer y se empiece a crear empleo. El informe de la OCDE señala un crecimiento del 1,2 % de PIB para este año y del 1,6 % para el que viene y ha mejorado así sus previsiones ante una mayor contribución del consumo.

 

De la misma forma ha augurado una mejor tasa de paro aunque ha reiterado que el reto más acuciante es devolver a los desempleados al mercado de trabajo. Gurría ha defendido los ajustes salariales realizados hasta ahora porque había "necesidad" para ello y ha asegurado que de no haberse hecho, "no se habría llegado a los resultados de hoy". No obstante, ha reconocido que España "podría haber llegado al límite" en el ajuste salarial, por lo que ahora toca un aumento permanente de la productividad.

 

Ha insistido en que no quería caer en el "simplismo" de decir si hay que bajar o subir los salarios y ha querido dejar muy claro que "para poder aumentar los salarios, es condición previa aumentar la productividad". Ha explicado que una mayor productividad no sólo tiene consecuencias en mejores salarios, sino que es "absolutamente indispensable" para la competitividad y para que "a uno no le coman el queso los vecinos, que están en lo mismo".

 

No obstante, ha asegurado que "nada de esto da resultado al día siguiente". "Mientras un ajuste salarial da resultados mañana, dar habilidades o destrezas a la clase trabajadora para que se reincorporen al mercado laboral, eso toma su tiempo", ha dicho. Por ello, Gurría ha abogado por mejorar las políticas activas de empleo. En este sentido, ha recordado que el 50 % de los parados sólo tiene estudios del primer ciclo de secundaria. Gurría también ha incidido en que los cambios en España para activar la búsqueda de empleo "van en la buena dirección" si bien ha lamentado que la implantación en las comunidades autónomas es lenta debida al "enfoque pasivo" de los Servicios Públicos de Empleo, que deberían mejorar en eficiencia para evitar que el paro se enquiste.

 

El responsable de la OCDE ha puntualizado que España debe centrar sus esfuerzos en afianzar la recuperación económica para que "llegue a todos y sus beneficios sean compartidos". Ha recomendado a España que extienda el tipo general de IVA eliminando los tipos reducidos, salvo para bienes de primera necesidad como los alimentos, lo que propone compensar con una rebaja de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social para los trabajadores con menor retribución. Señala que la rebaja de las cotizaciones sociales tendría que ser permanente, ya que las medidas de índole temporal no sirven para estimular plenamente la contratación a largo plazo.

 

Aboga por el tratamiento fiscal favorable de las SICAV -sociedades de inversión de capital variable a través de las que se gestionan grandes fortunas- para evitar que sean usadas como un instrumento para eludir impuestos y reclama ampliar la base impositiva del impuesto de sociedades, reduciendo las deducciones y estableciendo un tipo único más bajo para todas las empresas. Además, incide en que aunque existe una estabilización del sector financiero, la banca española tendría que limitar el reparto de dividendos más allá de 2014, el plazo fijado y posteriormente ampliado por el Banco de España.

 

La OCDE pide más reformas a España