viernes. 29.03.2024

La empresa Cobre San Rafael, promotora de un controvertido proyecto de reanudación de la actividad extractiva en la mina situada entre los municipios coruñeses de Touro y O Pino, denunció hoy "sabotajes en sus labores de sondeos". En un comunicado, señala que la firma contratada para hacer sondeos ha presentado una denuncia ante las autoridades por los "desperfectos sufridos por la maquinaria de perforación y grupo electrógeno" que conllevaron "daños materiales" y la "interrupción de las labores mineras autorizadas". Según la empresa, los actos de sabotaje fueron perpetrados por "uno o varios individuos" durante la noche del 12 y 19 de abril y entre las 13:30 horas y 16:00 horas del 17 de abril, que han generado perjuicios económicos.

 

Precisa que los responsables de la firma "tuvieran que desechar más de 2.000 litros de gasoil? de un coste de unos 1.500 euros, e instalar ?nuevos recambios en la maquinaria" por valor de unos 9.000 euros. Cobre San Rafael afirma que su proyecto de extracción de cobre y de "restauración medioambiental" prevé "15 años de una operación minera responsable y comprometida con el medioambiente, implementando las últimas tecnologías del sector" que permitirán "operar en circuito cerrado y con vertido cero, sin utilizar sustancias tóxicas ni peligrosa".

 

Además de invertir unos 200 millones de euros, el plan, según la empresa, supone "una gran oportunidad de dinamizar social y económicamente la comarca" y asegura que "el empleo directo alcanzará las 400 personas, que será ocupado mayormente por personas del entorno más cercano". El proyecto ha suscitado críticas de varias organizaciones ecologistas y de vecinos de varias comarca, incluido de la ría de Arousa, además de algunos alcaldes y partidos políticos ante la magnitud de la actividad extractiva, con participación de multinacionales de prácticas dudosas y el temor a que se repita el desastre mediambiental de los anteriores explotantes de la mina.

 

La iniciativa liderada por Cobre San Rafael cuenta con participación de Explotaciones Gallegas, propietaria del terreno, y por la multinacional Atalaya Mining, con sede en Chipre, de la que son propietarios el grupo chino Yanggu Xiangguang Copper, la suiza Trafigura y los fondos de inversión Orion Mine Finance y Liberty Metals & Mining. La mina ya fue explotada entre 1973 y 1986, y fue posteriormente abandonada en 1988 por la multinacional minera británica Río Tinto, que dejó graves problemas de contaminación pero ningún compromiso para restaurar el medio ambiente.

La promotora de la reanudación de la actividad extractiva de cobre en la mina de...