La escasa agilidad para salvar los escollos que las distintas administraciones exigen a la hora de que una empresa se instale en Galicia impide que numerosas empresas, en su mayoría extranjeras, decidan instalarse en la comunidad autónoma. Así lo expuso hoy el director del IDEGA (Instituto de Estudos e Desenvolvemento de Galicia) de la Universidad de Santiago de Compostela, Alberto Meixide, en el transcurso de la presentación del informe 'A Economía Galega. Informe 2017' que coordina. Además, ha añadido que muchas de las inversiones del exterior que se realizan en la autonomía gallega se dirigen a la adquisición de empresas o firmas ya existentes, pero la implantación de nuevas compañías es escasa.
Así lo expuso hoy el director del IDEGA (Instituto de Estudos e Desenvolvemento de Galicia) de la Universidad de Santiago de Compostela, Alberto Meixide, en el transcurso de la presentación del informe 'A Economía Galega. Informe 2017', que coordina. El documento fue presentado, además de por el catedrático Alberto Meixide, por el director gerente de Afundación, Pedro Otero, y Manuel Ferro Novoa, gerente de Planificación y Estudios de Abanca. Meixide indicó que son muchos los empresarios que echan en falta una mayor "agilidad" para resolver la densa burocracia a la hora de querer implantar su compañía en Galicia. Esta circunstancia, a su entender, "debería llevarnos a una cierta reflexión acerca de por dónde deberíamos mejorar".
Como ejemplo el catedrático se refirió al flujo de empresas que se trasladan al norte de Portugal, muchas del sector vinculado a la automoción, por encontrar allí menos trabas administrativas. A ello, en su opinión, se une el potencial que desde hace unos años ha ganado el aeropuerto Sá Carneiro de Oporto frente a los tres aeródromos gallegos, o una más efectiva política de suelo industrial, entre otros factores.
El informe sobre la economía gallega presentado en la mañana de hoy pone de manifiesto la senda expansiva registrada el año pasado, con un crecimiento del PIB del 3,1 %, una cifra similar al estatal. Galicia fue en el último ejercicio la comunidad autónoma con un mayor crecimiento, con un PIB 'per cápita' que avanzó cinco décimas con respecto a 2016, cerrando el ejercicio en los 22.497 euros. La demanda interna continuó siendo un motor fundamental del crecimiento en 2017, aportando 1,8 puntos porcentuales al PIB, siendo el consumo de los hogares el indicador con mejor resultado.
En el apartado de las exportaciones de bienes, la comunidad autónoma gallega registró un récord histórico, al aumentar un 8,5 % con respecto al ejercicio anterior, y también en las importaciones de mercancías, que se incrementaron un 10,5 %. Por parte de la oferta, y manteniendo la tendencia del año 2016, la construcción y la industria manufacturera fueron los sectores más dinámicos, alcanzando el segundo un 4,2 %; comercio, transporte y hostelería registraron un aumento del 6,3 %, mientras que el sector primario y la generación de energía fueron los de menor dinamismo en 2017.
El informe destaca que los indicadores de actividad y demanda gallegos en los primeros meses de 2018 sugieren que se mantendrá el dinamismo económico a lo largo del ejercicio, y las previsiones apuntan a que la economía gallega cerrará el año con una tasa de variación del PIB similar a la prevista para el conjunto del Estado, en torno al 2,7 % o el 2,9 %, mientras que para el año 2019 se prevé un ligero descenso y se situaría en torno al 2,4 %. Meixide indicó que este comportamiento del PIB ha tenido su reflejo en el mercado de trabajo, donde se han producido "más claroscuros".
En este sentido, se refirió a la creación de puestos de trabajo pero de una cuestionable "calidad del empleo" y también al ritmo de generación, y explicó, en este sentido, que desde el año 2013 el empleo crece en España casi al 10 % mientras en Galicia lo hace al 5,4 %. Indicó, además, que el "declive demográfico" en Galicia hace que la escasa generación de empleo no se traduce con la misma intensidad en el comportamiento de la tasa de paro. Por su parte, gerente de Planificación y Estudios de Abanca indicó que desde la entidad financiera se aprecia un consumo "muy solvente" de las familias gallegas.
Dijo que uno de los indicadores que Abanca utiliza normalmente para comprobar dicho consumo es el comportamiento de los TPV, los dispositivos que en los comercios permite gestionar tareas relacionadas con la venta, tales como el cobro por tarjeta de crédito o débito, el cual dijo que revela que en los últimos meses se está reactivando con un crecimiento de las operaciones a un ritmo de un 6 %.
En cuanto a las empresas, Ferro expuso que la nueva financiación crece "a ritmos que no se experimentaban en los últimos años", en torno a tasas del 20 %. El director gerente de Afundación habló de los "desafíos" prioritarios que se deben de afrontar en las distintas agendas económicas, como es, en el caso de Galicia, el problema demográfico, "un aspecto -dijo- que necesita ser abordado con inmediatez". En el ámbito nacional aludió entre estos "desafíos" a la situación política en Cataluña, y en el internacional a las políticas proteccionistas que avanzan algunos países.