viernes. 19.04.2024

Cuando se piensa en leasing, la mayoría de la gente cree que este tipo de arrendamiento consiste una forma alternativa de adquirir un coche, furgoneta u otro tipo de vehículo a motor. No obstante, de igual forma, existe el leasing inmobiliario; que consiste en un tipo de financiación que ayuda a las empresas a disponer de un inmueble sin necesidad de firmar ninguna hipoteca. El leasing inmobiliario no es concretamente un alquiler, aunque se paguen cuotas cada mes por su disfrute. Pero tampoco es una compra, puesto que esta opción, en el caso de solicitarse, llegaría tras varios años al finalizarse el contrato.

Si te interesa saber más sobre leasing inmobiliario este es tu artículo. Este tipo de contratación está triunfando en España y convenciendo cada vez a más empresas. El motivo principal del éxito del leasing inmobiliario es que el empresario puede elegir el inmueble que más le interese y pedirle a un arrendador financiero concreto que lo adquiera para después arrendárselo mediante leasing. De esta forma, el empresario podrá contar con la opción de compra al finalizar el contrato.

Todo esto supone una gran ventaja con respecto al alquiler tradicional, puesto que, mediante unas cuotas mensuales parecidas, y sin hipoteca, pasados unos años podrás adquirir definitivamente el bien inmueble si es lo que más le interesa.  Además, gracias al leasing, las empresas pueden acceder a una estructura financiera adaptada completamente a su medida y disfrutar, de igual forma, de numerosas ventajas fiscales.

Cómo funciona el leasing inmobiliario

Este tipo de arrendamiento financiero tiene como objetivo exclusivo la cesión del uso de bienes inmuebles. El arrendatario puede disfrutar del bien mediante el pago de una serie de cuotas mensuales. Al final del periodo del contrato, se puede adquirir en plena propiedad el inmueble financiado o no. Eso lo decide el arrendatario.

En el leasing intervienen tres agentes: el vendedor del inmueble; el empresario que solicita el uso de dicho bien inmueble; y la sociedad de arrendamiento financiero. Esta última adquiere el bien inmueble por indicación del empresario y le cede su uso, a cambio de pagar una determinada cuota mensual. Durante el periodo de vigencia del contrato, el empresario se compromete a cuidar de forma correcta el bien inmueble durante su uso. Para garantizar el cumplimiento de dicha obligación por parte del empresario; las pólizas de leasing inmobiliario suelen reservar un derecho de inspección por parte de la sociedad de arrendamiento financiero.  En el caso de que el empresario incumpliera y deteriorara el bien inmueble, la sociedad de leasing podría imponer a cargo de dicho usuario la obligación de asegurar dicho bien.

La mayoría de los contratos de leasing inmobiliario tienen un mínimo de diez años de validez. Tanto como si eres empresario o autónomo, el leasing inmobiliario ofrece numerosas ventajas fiscales, puesto que la carga financiera y las cuotas que tendrás que pagar se considerarán un gasto deducible. El leasing inmobiliario es perfectamente compatible con otras formas de financiación subvencionadas, como pudieran ser los créditos ICO, o también, los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Leasing Inmobiliario, qué es y por qué triunfa en España