El alcalde de Lugo, Xosé López Orozco, ha informado hoy de que si no se alcanza un acuerdo entre la dirección y la plantilla de Urbaser sobre el nuevo convenio colectivo no le "temblará la mano" para cambiar de empresa adjudicataria. Hoy se cumple una semana del inicio de la huelga de recogida de basura, si bien el alcalde, en una comparecencia para hacer balance de la fiesta Arde Lucus, dijo que el Ayuntamiento "está al servicio de los lucenses" y romperá el contrato con Urbaser "si fuera necesario", aunque reconoció que "es muy fácil decirlo y muy difícil llevarlo a cabo". A
simismo, avanzó que ha pedido a los servicios técnicos municipales que estudien la posibilidad de hacer un descuento "proporcional" en la factura de la basura a los lucenses. "Vamos a ver si es posible técnicamente; si se hace será proporcional", indicó, puesto que el Ayuntamiento deberá asumir también los gastos de los trabajos de la empresa pública Tragsa, que recogieron parte de la basura acumulada en las calles. Los empleados de Tragsa continuarán retirando desperdicios en los puntos en los que indique Sanidad, es decir, aquellos en los que se puedan producir problemas de salud pública.
Añadió que "lo que se pague a Tragsa es lo que se va a detraer de Urbaser". El alcalde aclaró que Sanidad decretó el pasado viernes tres puntos de riesgo, pero que se incrementaron durante el fin de semana, "y por ello se ampliaron los lugares de recogida" y "las calles que se limpiaron no fueron las que le apetece al alcalde", dijo. No obstante, López Orozco no descarta que la dirección y la plantilla de Urbaser alcancen un acuerdo.
En este sentido, dijo: "confío en ellos para que sean capaces de limar las diferencias que tienen". "Se produjeron reuniones pero no fue posible, nosotros no estábamos en las reuniones, entonces no puedo hablar de culpabilidades, en absoluto", aclaró. En cuanto a los servicios mínimos, advirtió que no se cumplieron y que de momento "están avalados por el contencioso administrativo".
