jueves. 28.03.2024

El propietario de Hierros Añón, Manuel Añón, ha afirmado hoy, en el juicio por la demanda contra el FROB y NCG Banco, que el presidente de esta entidad, José María Castellano, le dijo que la situación "era fantástica" cuando invirtió 25 millones de euros, que al final perdió. El juzgado de instancia número dos de A Coruña ha acogido hoy, y volverá a hacerlo mañana, el cuarto juicio por las demandas de dieciocho inversores gallegos que perdieron algo más de setenta millones de euros tras su depósito en enero de 2012. Manuel Añón, que era miembro del consejo de administración de NCG Banco en diciembre de 2011, nunca tuvo "muchos datos" de las cuentas de la entidad:

 

"Todo era muy bonito y estaba muy bien, las firmé sin estudiarlas", ha apuntado. Como "gran cliente" de NCG Banco siempre hablaba de manera personal con José María Castellano y conoció la intención de captar inversores a mediados de 2011, pero no fue invitado a reuniones hasta noviembre, cuando trató el asunto de forma directa con el presidente. "El compromiso lo adquirimos él y yo personalmente", ha indicado, y ha añadido que fue personal de Hierros Añón el que estudió el Proyecto Sotomayor -con el que entraron los inversores- con un "precio acordado que Castellano puso encima de la mesa. Fue el presidente de NCG Banco el que le dijo que la situación de la entidad "era fantástica", y de hecho argumentó que era "el mejor banco que se puede encontrar en España", lo que convenció a Añón.

 

"Nos ha salvado el FROB", dice que le transmitieron sobre el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, que veía como una garantía de que su dinero estaba en un buen sitio. De hecho, hablaron "del FROB, del Banco de España y del Gobierno" por lo que Añón, que opina que "nunca se dieron muchos datos en los consejos", se pregunta "si eso no es seguro, ¿qué es lo que hay seguro?". Preguntado por si hubiera decidido aportar veinticinco millones de euros conociendo el ajuste retroactivo posterior, aunque con fecha previa a su inversión, este empresario ha subrayado que no los hubiera aportado porque en su empresa hacen "inversiones, no suicidios".

 

Como en los tres procesos anteriores ha sido José Eduardo Álvarez-Naveiro, el representante legal de NCG Banco, el encargado de comentar los detalles de aquella "entrada de empresarios para asentar el proyecto". Preguntado por el ajuste retroactivo realizado en marzo de 2012, aunque con fecha de diciembre de 2011, de 1.127 millones de euros, y que los demandantes piensan que fue clave para las pérdidas, ha dicho que "no estaba previsto" en el momento en que se realizaron las inversiones posteriormente perdidas.

 

Considera que "no era importante para los inversores" y añade, sobre la situación de la entidad, que "la información" de la que se disponía entonces indicaba que estaba saneada. Ha dicho que no le consta la asistencia de Manuel Añón a reuniones ni la entrega de documentación, aunque a los demás inversores se la enviaron por correo electrónico. El auditor de Deloitte Miguel Ángel Bailón ha señalado que "el ajuste representaba menos del dos por ciento del volumen de activos de la entidad" y que "este tipo de ajuste es habitual cuando hay combinación de negocios", como sucedió entonces. EFE

 

Manuel Añón: "Castellano me dijo que la situación de NCG era fantástica"