Las ventas de coches diésel han ido disminuyendo debido a las políticas de la Comisión Europea en contra de los vehículos de combustión, especialmente los que usan gasoil. En España, solo el 13,6% de los coches vendidos en el primer trimestre de 2023 eran diésel.
Debido a esta tendencia y la menor demanda de los consumidores, la industria automotriz ha reducido la producción de coches diésel y ha eliminado algunos modelos con esta opción. Stellantis Vigo, por ejemplo, solo fabrica vehículos comerciales ligeros eléctricos para particulares. Otros modelos populares, como el Volkswagen Polo, Seat Ibiza y Skoda Fabia, también han eliminado la opción diésel.
Se espera que los futuros lanzamientos de coches sean principalmente eléctricos. Sin embargo, aunque aumenta la producción de vehículos eléctricos, las ventas en España siguen siendo bajas en comparación con otros países. Los fabricantes están preocupados por esta situación, ya que los consumidores parecen estar optando por modelos de segunda mano en lugar de comprar vehículos eléctricos nuevos.