La portavoz nacional y candidata a la presidencia de la Xunta del BNG, Ana Pontón, ha asegurado este lunes que el cierre de Alcoa San Cibrao es “evitable” y que la solución pasa por “la nacionalización y una tarifa eléctrica gallega”, alternativas que se ha comprometido a poner en marcha “si PP y PSOE no tienen voluntad de hacerlo”.
“Nuestro compromiso es no quedarnos de brazos cruzados ni instalarnos en el ‘y tú más’, sino poner sobre la mesa soluciones para salvar el empleo y que la ciudadanía tenga confianza, que es lo que se exige en este momento a los responsables políticos”, ha apuntado Pontón en una rueda de prensa. Asimismo, la líder nacionalista se ha preguntado cómo es posible que con “una comarca amenazada de muerte”, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, “no haya propuesto soluciones, no se haya reunido con el Gobierno, la empresa o los trabajadores, no haya pedido comparecer en el Parlamento ni haya convocado a las demás fuerzas políticas”.
“¿Qué más tiene que pasar para que Feijóo deje de echar balones fuera”, se ha preguntado Pontón, quien también ha planteado “si alguien se imagina al lehendakari, Íñigo Urkullu, quedándose de brazos cruzados mientras una empresa vital para el país amenaza con irse”. De este modo, la candidata nacionalista ha insistido en que quiere liderar un Gobierno gallego tras el 12-J “que ponga fin al proceso de desindustrialización, con una desertización industrial de Galicia que ha avanzado sin prisa pero sin pausa a lo largo de la última década de Núñez Feijóo al frente de la Xunta”.
“Esta década nos deja una realidad dramática en materia industrial: en los últimos diez años se instalaron más de 300 empresas gallegas en el norte de Portugal, una región cuya población ocupada en la industria es del 28,2 % frente al 17,4 % de Galicia”, ha proseguido. La líder del BNG también ha lamentado que entre marzo de 2019 y marzo de 2020 “el Índice de Producción Industrial de Galicia cayó un 5,4 % y los precios industriales, un 8,8 %”.
“Sólo en el último año el sector industrial perdió miles de empleos o vio cómo sus cuadros de personal se veían afectados por algún ERTE, con ejemplos como Meirama, Ferroatlántica, Poligal, Isowat, R, Telefónica, Bosch, Vulcano, Barreras, Maderas Iglesias, Unitono o Textil Lonia”, ha añadido. Ante esta situación, el BNG quiere plantear una alternativa para la industria “frente a un Gobierno que no tiene proyecto industrial para el país, como ha demostrado a lo largo de estos once años de brazos caídos”.
“Desde el BNG apostamos por revitalizar el sector industrial de la mano de la innovación y la investigación, cerrando los ciclos productivos en el país, con medidas de reequilibrio territorial y diseñando una hoja de ruta propia en colaboración con todos los agentes del sistema industrial gallego”, ha planteado. Así, la alternativa del BNG pasaría por un Plan Galego de Reindustrialización con tres pilares: fomentar los sectores “con más potencial”, como la automoción o la aeronáutica, combatir la deslocalización con una normativa específica y ordenar el suelo empresarial para garantizar el equilibro industrial.
“Propondremos una Ley de Localización Empresarial que incluya en préstamos, ayudas y subvenciones cláusulas muy estrictas contra la deslocalización que supongan que, de incumplirse, se abonen con intereses las cantidades aportadas por la administración”, ha detallado.
En paralelo, la formación nacionalista también apostaría por “la modernización, poniendo un plan de I+D+i” y por “adaptar las estructuras productivas y organizativas de las empresas para ganar en competitividad”, con una estrategia “para cerrar los ciclos productivos como antídoto para evitar la pérdida de galleguidad del tejido empresarial y que las compañías gallegas caigan en manos de fondos buitre especulativos”. Del mismo modo, el BNG también plantea una apuesta por la formación continua de trabajadores, la implementación de medidas “para equilibrar la balanza exterior, corrigiendo el desfase entre importaciones y exportaciones” y el apoyo a las pymes.
“En definitiva, la peor política industrial es la que no existe, que es la que ha practicado Feijóo a lo largo de los últimos once años con el resultado que todos conocemos: la desertización industrial, la deslocalización de empresas y la pérdida de galleguidad de muchas de ellas, que han pasado a formar parte de la especulación”, ha sentenciado.
