jueves. 28.03.2024

El Grupo Pórtico cierra hoy definitivamente, incapaz de enderezar el rumbo a pesar de superar en junio de 2014 un concurso de acreedores y de recibir una inyección de dos millones de euros por parte del grupo inversor norteamericano Gordon Brothers para su relanzamiento. La firma gallega de decoración y menaje llegó a contar en sus años de pujanza con más de 140 tiendas diseminadas por España, Portugal, Italia, Chile, Venezuela, Costa Rica, República Dominicana, Uruguay, Nicaragua, Salvador y Honduras, y a emplear a más de 1.200 personas.

 

En junio de 2013 saltaron las alarmas al solicitar Pórtico el concurso de acreedores para su matriz, con sede en Mos (Pontevedra) -las oficinas y el almacén principal, en cuya automatización invirtió más de 20 millones de euros-, y para la marca con la que operaba en Madrid, Silomundi. Intentó evitar esta medida negociando con los bancos, que se negaron a refinanciar una deuda que rondaba los 37 millones de euros. Por aquel entonces empleaba a más de 600 personas, de las que más de la mitad trabajan en Galicia. La empresa ya venía aplicando un ERE temporal a parte de su plantilla, y además había rebajado los salarios un 7,5%.

 

En noviembre de 2013 aprobó un ERE de extinción que afectó a 200 empleados. En junio de 2014, Pórtico salió del concurso de acreedores tras dar el 69,79% del pasivo ordinario su visto bueno a un convenio que establecía quitas del 50% sobre la deuda de 37 millones de euros, más otros 12 privilegiados que quedaron al margen.

 

Dicho convenio incluía un plan de viabilidad para la compañía que, entre otras acciones, preveía una ampliación de capital por un importe máximo de 2,5 millones de euros. Parecía que el acuerdo con Gordon Brothers de adquisición de mercancía e importaciones por valor de dos millones de euros iba a suponer "el último paso" -como lo calificó el fondo americano- del proceso de reestructuración de Pórtico, que por el camino vendió a Tous su marca de complementos de mujer y bisutería Dayaday. Sin embargo, apenas cinco meses después de superar el concurso de acreedores, Pórtico solicitó la liquidación con 98 empleados en plantilla. En todo este tiempo ha resultado imposible encontrar a un comprador para el Grupo Pórtico, a pesar de que ha habido ofertas que "se vinieron abajo", según reconoció el administrador concursal al comité de empresa.

 

En las últimas semanas han ido cerrando paulatinamente las tiendas que permanecían abiertas y hoy recibirán su carta de despido la mayoría de los trabajadores. Alrededor de una decena se mantendrán en activo temporalmente para realizar labores administrativas relacionadas con la liquidación y para vender la mercancía en el almacén. David Vales, presidente del comité de empresa, ha señalado a Efe que el acuerdo alcanzado con el administrador concursal para cobrar salarios, liquidación y una compensación del 7,5% del sueldo que les habían rebajado podría quedar en "papel mojado", ya que se trabajaba sobre la hipótesis de la venta de la firma o de sus activos. Vales ha emplazado a los directivos de Pórtico a que expliquen "por qué todo se ha ido a la ruina" cuando tuvieron "el máximo apoyo posible" por parte de trabajadores, del Fogasa, la Xunta, Hacienda, bancos y otros acreedores, que aceptaron una quita del 50% para salir del concurso de acreedores, y luego de un fondo inversor.

 

Pórtico baja la persiana para siempre