Los sindicatos CIG y UGT han asegurado este miércoles que el seguimiento en la tercera jornada de huelga del sector de la carpintería y la ebanistería de la provincia de A coruña ha sido muy amplio y han vuelto a reclamar a la patronal que garantice que no continúa la pérdida de poder adquisitivo.
El secretario comarcal de la CIG-Construcción y Madera de A Coruña, Mario Maceiras, ha explicado a Efe que el seguimiento ha sido "prácticamente total en las áreas de Santiago y Ferrol", con multitud de empresas cerradas, y más desigual en el área de A Coruña, por lo que mañana, en la cuarta jornada de huelga, habrá concentración ante la empresa Comercial Malasa, en Cambre.
"El sector no tiene ningún incremento salarial desde 2019 y ahora vemos pérdida de poder adquisitivo por todos lados", subraya sobre sus pretensiones.
Los sindicatos defiende que es necesario un aumento salarial del 6,5 %, que vinculan al IPC, pero la patronal se mantiene en el 3,1 %, que extrae del IPC medio, aunque la semana pasada aceptó mejorar un 1,6 % el pago de atrasos, que se cobrarían en junio de 2023.
Esta oferta fue planteada a la representación de los trabajadores y tanto UGT como la CIG, que representan a la mayoría, mantiene la convocatoria de huelga, que empezó en junio, dado que sus bases no han aceptado la propuesta patronal, mientras que CCOO sí ha dado el visto bueno.
La última reunión se celebró ayer y, en ella, los sindicatos explicaron a la patronal que "de las diecisiete páginas de reivindicaciones con las que empezó el conflicto" en un sector que en cuarenta años no ha tenido ningún tipo de movilización ni conflictividad, "todas las solicitudes quedaron en dos".
Se trata de "no perder poder adquisitivo y plantear un plus de turnicidad, que pueden fijar ellos".
Sin embargo, la patronal, según los sindicatos, ha rechazado estas "líneas rojas" y plantea una oferta que "está muy distante de las pretensiones".
Por ello, tanto la CIG como UGT mantienen las movilizaciones y denuncian que el incremento de los precios en el sector, donde la carga de trabajo es alta, "va en beneficio empresarial", por lo que insisten en exigir que se garantice el poder adquisitivo de las plantillas.