El Consejo de Ministros aprueba este martes la reforma del régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) que supone el primer paso hacia el pleno despliegue de un sistema de cotización por ingresos reales.
La reforma, fruto del acuerdo entre el Gobierno, los agentes sociales y las asociaciones de autónomos, se aprobará por decreto ley, si bien el Ejecutivo prevé tramitarla como proyecto de ley para que los grupos parlamentarios puedan hacer sus aportaciones al texto.
El acuerdo supone la puesta en marcha de un sistema de cotización transitorio para 2023, 2024 y 2025 conforme a 15 tramos de rendimientos netos y con cuotas a la Seguridad Social que irán disminuyendo para los tramos inferiores al salario mínimo (SMI), que se mantendrán para los tramos intermedios y que aumentarán para los superiores a 1.700 euros mensuales.
El tramo más bajo (para rendimientos iguales o inferiores a 670 euros mensuales) parte de una cuota de 230 euros en 2023 para pasar a 225 euros en 2024 y a 200 euros en 2025, mientras que el tramo más alto (para rendimientos superiores a 6.000 euros) parte de una cotización de 500 euros el año que viene, que suben a 530 el siguiente y se sitúan en 590 al final del periodo.
Actualmente los autónomos eligen voluntariamente la base por la que cotizan y el 84 % lo hace por la más baja, que implica una cuota de 294 euros mensuales.
Se establece una nueva cuota reducida de 80 euros al mes para todos aquellos trabajadores que inicien una actividad por cuenta propia durante el primer año, prorrogable a otros 12 meses si el autónomo tiene ingresos inferiores al SMI.
Además, se regula una nueva prestación por cese de actividad parcial que será del 50 % de la base reguladora, compatible con la actividad y que se podrá cobrar por un periodo de cuatro meses a dos años.