jueves. 28.03.2024

Buena parte de la preocupación económica de la Unión Europea pasa por la grave situación laboral de sus jóvenes. Y es que el porcentaje de menores de treinta años que ni estudia ni trabaja es alarmantemente elevado en muchos de los países miembros. En este sentido, el Parlamento y Consejo Europeos pusieron en marcha una iniciativa de empleabilidad que viene desarrollándose desde 2013 y que se extenderá hasta 2020. Una serie de estrategias que desde mediados de septiembre cuenta con una inyección adicional 500 millones de euros.

 

Por supuesto, España es una de las naciones que vienen aplicando estas medidas desde hace cuatro años y de manera prioritaria. Y es que, según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el paro juvenil se sitúa en el 38,6%, muy por encima de la media del grupo (11,9%). Pensemos que en 2012 más de 398.500 españoles menores de 25 años aún no habían vivido su primera experiencia laboral.

 

Con todo, entre las principales estrategias estatales destaca el denominado Sistema Nacional de Garantía Juvenil. Consiste en un conjunto de iniciativas públicas y privadas que combaten el paro joven. Es el caso del Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE), que hasta la actualidad ha logrado la inserción laboral de más de 1.600 usuarios. No obstante, son muchos más los que se han beneficiado de las acciones educativas del programa, que registra una cifra de 61.554 inscritos desde su puesta en marcha en 2015.

 

Antes de repasar algunas de las ventajas de estas iniciativas, es importante que queden claros los requisitos del Sistema Nacional de Garantía Juvenil: tener entre 16 y 30 años de edad, estar empadronado en una localidad del territorio español, y no haber recibido acciones formativas ni trabajado el día antes de la solicitud. Cumpliendo estos puntos, el interesado podrá disfrutar de planes del PICE como el de Movilidad (prácticas en empresas) o el de Capacitación (formación), así como del centenar de medidas puestas en marcha por la Garantía Juvenil.

 

Entre estas últimas estrategias, hay algunas que seguramente le resulten familiares al lector. Por ejemplo, la reducción de hasta el 100% en la Seguridad Social para aquellas compañías que contraten menores de 30 años; o planes para facilitar el título de Educación Secundaria Obligatoria a aquellos jóvenes que tuvieron que abandonar los estudios a temprana edad.

 

Asimismo, desde 2013 existe una tarifa plana de 50 euros para los autónomos que inicien su actividad profesional. Una propuesta a la que acompañan ayudas de 1.800 euros, recibidas por beneficiarios del PICE que se decidan por la alternativa del autoempleo; así como cursos y talleres informativos sobre emprendimiento, impartidos en las propias Cámaras de Comercio regionales.

 

Por último, la Garantía Juvenil contempla ayudas a la contratación dentro del PICE. Se trata de subvenciones de hasta 4.950 euros, destinadas a aquellos empresarios que se decanten por incorporar, durante al menos seis meses, a usuarios del programa en cualquier modalidad de contrato.

Garantía juvenil, cuatro años de medidas para mejorar la empleabilidad