sábado. 20.04.2024

Los sindicatos que participan en la negociación del convenio del metal en la provincia de Pontevedra acusan a la patronal de "tensar la cuerda" y advierten de que "se puede llevar una sorpresa" si confía en que no hay masa crítica suficiente para convocar una huelga del sector. UGT, CCOO y CIG han celebrado esta tarde diferentes concentraciones simultáneas en Vigo, Pontevedra y Vilagarcía para presionar a la parte empresarial a que agilice la negociación, que comenzó el pasado mes de febrero y desde entonces no se ha producido prácticamente "avance alguno", según Xulio Fernández, de la CIG. Fernández ha comentado que la patronal, con sus planteamientos "inasumibles", le está "pidiendo pelea" a los sindicatos, que barajan la opción de la huelga, aunque antes agotarán todas las posibilidades para tratar de hacer "entrar en razón" a la parte empresarial.

 

Opina el representante de la CIG que la patronal confía en la pérdida de trabajadores del sector durante la crisis de los últimos años y en la capacidad disuasoria de la llamada Ley mordaza, y que por eso está "tensando la cuerda", sin que apenas haya habido avances tras más de quince reuniones de la mesa negociadora. Sin embargo, Fernández ha advertido de que "se pueden llevar una sorpresa". Ramón Sarmiento, de CCOO Industria, ha señalado por su parte que hoy "ha culminado una etapa" y que la prioridad de la acción sindical será "el escenario de movilización".

 

Sarmiento ha abundado en que la próxima reunión de la mesa negociadora "no tiene fecha, ni falta que hace", y que de haber una nueva tiene que ser la definitiva, "dure lo que tenga que durar". "Lo único que está por ver es cuántas y qué tipo movilizaciones habrá a partir de hoy", ha aseverado. La patronal plantea una subida salarial del 0,5% este año a partir de la firma del convenio y del 0,75% para 2016, y la reducción del plus de eventualidad y su cobro a la finalización de contrato. Los sindicatos sospechan que la parte empresarial está retrasando a propósito la negociación, ya que la revisión salarial que baraja no tendría efecto retroactivo, con lo que cuanto más tiempo transcurra, menos dinero cobrarán los trabajadores.

 

Ahora bien, la mayor discrepancia de los sindicatos son la reducción del plus de eventualidad y el mantenimiento del plan de formación hasta los 30 años. Tras la penúltima de las reuniones celebradas hasta la fecha, el secretario general de la patronal Asime, Enrique Mallón, destacó que en la negociación se han quedado atrás "numerosas" propuestas empresariales. También recordó la situación de "atonía" del sector, donde la recuperación es "muy leve", de ahí las actualizaciones que pone sobre la mesa.

Sindicatos acusan a la patronal del metal de "tensar la cuerda" con el convenio