sábado. 20.04.2024

El cantautor gallego Amancio Prada homenajeó hoy a los emigrantes en un íntimo recital en Sao Paulo donde estuvo rodeado de españoles y que estuvo marcado por las letras de Rosalía de Castro o San Juan de la Cruz, así como de los cantares anónimos que eran recitados por los juglares.


"Nuestra comodidad actual se basa en el esfuerzo de tanta gente que tuvo que emigrar para buscar un futuro mejor", dijo Prada en el auditorio del Instituto Cervantes de la capital paulistana.


El concierto, marcado por los arpegios de la guitarra y la nítida voz de Prada, quien iba totalmente vestido de negro, comenzó con el romance del Infante Arnaldos que desea: "¡Quién hubiera tal ventura, sobre las aguas del mar, como hubo el infante Arnaldos, la mañana de San Juan!".


La hora y media de recital estuvo dividido en "tres ejes: los trovadores, los místicos y los románticos", según advirtió el autor al comienzo del mismo.


Así, al romance del Infante Arnaldos le siguieron varias cantigas de amigo, en su gallego natal, que éste descubrió en su periodo segoviano, "donde vivió un rey trovador y ejemplar: Alfonso X el Sabio", apuntó.


En una pequeña sala con una fantástica acústica, Prada cantó, recitó y reflexionó.


"El arte cuando es de verdad no tiene tiempo, así pasa con la poesía", consideró el cantautor de 65 años, quien recordó que aún hoy se sigue "labrando la tierra y amasando el pan con la misma ilusión y zozobra" que antiguamente.


Con un estilo que transportaba a la frontera gallego-portuguesa bañada en vino verde, las reminiscencias del fado también salían de la garganta del cantante, que acariciaba su guitarra con la confianza de quien ha pasado una vida entera con ella en las manos.


"Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor...", entonó en el comienzo del anónimo Romance del Prisionero.


Mención especial tuvo para San Juan de la Cruz, al que Prada describió como "el gran místico, el patrón de los poetas en castellano", que "necesitó solo de veinte páginas para llegar tan alto" en la poesía.


Así, el cantante deleitó con "En una noche oscura" y con "Canciones entre el alma y el esposo", que catalogó como el "poema más sensual y erótico" que se puede escribir, porque San Juan fue un fraile "enamorado de Dios".


Y poco a poco, romance a romance, los congregados compartían la historia de España en el auditorio del Cervantes de Sao Paulo a donde hoy también llegaron los románticos Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro, "los dos más importantes", según indicó Prada.


De Bécquer no faltó su famoso poema "Volverán las oscuras golondrinas" que musicalizó Prada a los 18 años, pero que hasta ahora no ha grabado en ningún disco.


"La tenía arrinconada y desde hace un tiempo la recupero, no es peor que el resto de mis canciones", bromeó.


Y no pudo terminar de otra manera que con los poemas de su paisana Rosalía de Castro, nacida en Santiago de Compostela en 1837, con los que cerró el círculo del homenaje al emigrante.


"Ahora volvemos a emigrar y esa palabra poética se instala en el tiempo perenne", asumió Prada que finalizó la velada con "Adiós ríos, adiós fuentes": "No me olvides, queridita, si muero de soledad, tantas leguas mar adentro, ¡Mi casita!, ¡mi hogar!". 

Amancio Prada homenajea al emigrante rodeado de españoles en Sao Paulo