Este fin de semana toca ajustar los relojes en España. Con la llegada de la primavera, entra en vigor el horario de verano, un cambio que se repetirá, como cada año, durante la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo.
A las 2:00 de la madrugada (hora peninsular), los relojes deberán adelantarse una hora, marcando directamente las 3:00. En Canarias, el cambio se producirá a la 1:00, que pasará a ser las 2:00. Como consecuencia, esa noche dormiremos una hora menos y el día tendrá oficialmente 23 horas.
Este ajuste horario, que se aplica dos veces al año desde hace décadas, tiene como objetivo aprovechar mejor las horas de luz solar, especialmente por las tardes, lo que permite disfrutar de jornadas más largas. Tras el cambio, el atardecer se situará entre las 20:30 y las 21:15 horas, dependiendo de la zona geográfica.
Sin embargo, el cambio de hora sigue siendo motivo de debate. Cada vez más voces critican sus posibles efectos en la salud, como alteraciones del sueño o problemas de concentración, mientras que el argumento del ahorro energético ha perdido fuerza con el paso del tiempo.
Aunque el cambio está regulado por una directiva europea, su futuro es incierto. El Parlamento Europeo ya ha propuesto suprimirlo, permitiendo a cada país elegir entre mantener el horario de invierno o el de verano de forma permanente. La falta de acuerdo entre los Estados miembros ha frenado la decisión definitiva, pero 2025 podría ser el último año con cambio horario si finalmente se alcanza un consenso.
Mientras tanto, la regla se mantiene: en primavera se adelanta una hora, en otoño se retrasa.
