La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal en Valencia que mantenía cautivas a siete personas con discapacidad psíquica, aprovechándose de su vulnerabilidad para controlar sus ingresos y prestaciones sociales. Los detenidos, dos hombres y una mujer, seleccionaban a víctimas con problemas de adicción y graves limitaciones psíquicas para luego someterlas a condiciones de vida inhumanas en dos viviendas ubicadas en Torrent.
Las víctimas eran maltratadas física y psicológicamente, forzadas a firmar documentos que otorgaban el control total de sus cuentas bancarias a los miembros de la red. Vivían en un estado de privación y abandono, mientras los criminales se beneficiaban de sus pensiones y ayudas económicas.
La operación se inició cuando las autoridades encontraron a varias de estas personas en situación de extrema vulnerabilidad tras el desalojo de una vivienda okupada. Esto condujo a una investigación que reveló la escala de la explotación. Los tres responsables ahora enfrentan cargos por extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal.
Este caso ha puesto el foco en la brutal explotación de personas con discapacidad, mostrando la urgente necesidad de reforzar las medidas de protección para estos colectivos vulnerables y evitar que caigan en manos de redes criminales.
