Ingresado en la ClÃnica Quirón de urgencia el jueves a las dos de la tarde, solamente dos horas antes hizo las gestiones necesarias a través de un amigo Ãntimo para ofrecer a su esposa Montse un último regalo, un detalle.
Al parecer, Tito encargó a su amigo Àngel Fernández, que hiciese las gestiones para adquirir un reloj para su esposa como agradecimiento por haber estado a su lado en todo momento. Con ese reloj, lo que pretendÃa era que Montse, su esposa desde 1992, le recordara para siempre. Pero, sobre todo, que fuese un sÃmbolo de que, a pesar del paso del tiempo, él la querrÃa eternamente.