El hombre, que tenía 66 años de edad, se desplomó alrededor de las diez de la noche, en el bar Pa i Trago de La Bisbal del Empordà (Girona), el bar donde acudía cada noche al salir de trabajar. Al parecer llegó al bar y pidió una copa de vino, la camarera se la sirvió y cuando se dirigía a la mesa para tomarla, cayó desplomado al suelo sin que nadie de los allí presentes, incluido un amigo pudiesen hacer nada para salvarle la vida.
En 2015, el Supremo no aceptó a trámite su demanda porque consideró que ocultaba datos, era inconsistente y no presentaba una prueba de ADN. En 2019, Solà publicó una autobiografía titulada El monarca de La Bisbal (Ediciones B). Incluso The New York Times se hizo eco de su historia en un reportaje publicado en junio de 2021