Marley falleció en 2019 por un infarto, después de que este perro hubiera participado en las búsquedas de Diana Quer, Laura Luelmo o el pequeño Gabriel. Por su parte, Xena descubrió el cadáver de Blanca Fernández Ochoa. El primero tiene ya su memorial; la segunda, una mención de honor al mérito canino de la Guardia Civil.
Una condecoración que este lunes le ha impuesto el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, en las instalaciones del Servicio Cinológico del instituto armado, un cuerpo que por primera vez ha otorgado a sus perros especializados una mención de honor por su trayectoria profesional.
Marlaska, acompañado de la directora general del cuerpo, María Gámez, y del director adjunto Operativo, Pablo Salas, ha inaugurado también en ese centro un memorial para homenajear y recordar a los canes fallecidos.
Además de a Marley, sendas placas recuerdan a Rocco, que murió en 1953 salvando la vida de su guía y de los tres guardias civiles de la patrulla; y a Irrintzi, el perro que localizó una bomba trampa que hubiera costado la vida de su guía y de otros cuatro agentes.
Las otras dos placas recuerda a Ajax, que detectó un segundo coche bomba después del atentado contra el cuartel de Palmanova, en Mallorca, y a Elton, que murió el pasado año y que encontró el cuerpo de la joven Diana Quer en un pozo a ocho metros de profundidad.
Mientras, han recibido la mención de honor, además de Xena, Tietar, de Unidad Cinológica Central y primer perro de cebos envenenados que ha realizado importantes servicios y obtenido varios premios.
Henco, de la unidad de Barcelona y perro detector de papel moneda; Shulo, de la unidad de Cádiz y que a lo largo de su vida operativa ha contribuido a numerosas incautaciones de droga; y Júper, de la unidad de Granada, que casi 800 kilos de hachís entre la carga congelada de un camión ha recibido también la mención de honor.
Marlaska ha recordado que fue en 1948 cuando la Guardia Civil decidió apostar por el uso de perros en tareas policiales y creó la Especialidad Cinológica, que impulsaría definitivamente su empleo para el servicio policial.
Tres años después se fundaba la Escuela de Adiestramiento de Perros, el primer centro de estas características en España y paso previo para la creación en 1956 de la especialidad de Guía de Perros.
El titular de Interior ha insistido en que el desarrollo tecnológico no ha sustituido la labor de los perros "ni ha invalidado el trabajo del can y de su guía, que forman juntos un binomio eficaz e imprescindible".
"Hace mucho tiempo que quedó atrás el recurso al perro como mero elemento disuasorio y de defensa. El uso del perro en ámbitos más específicos, como la detección de explosivos, drogas o la búsqueda y rescate de personas, está ya consolidado desde hace décadas", ha añadido.
Pero estas especialidades se han ampliado con perros adiestrados para la detección de alimentos en mal estado, el papel moneda o armas detonadas.