sábado. 14.12.2024

Unas 21.000 personas decidieron trasladarse a Galicia desde otros lugares de España el año pasado, cuando la llegada de la pandemia obligó al confinamiento de la población durante varios meses, y más de la cuarta parte procedían de la Comunidad de Madrid.

Los flujos poblacionales ya no son lo que eran y la tradicional emigración del campo a la ciudad, de la periferia al centro del país también ha cambiado. Ahora es Galicia se ha convertido en centro de un flujo poblacional de la capital española y el año pasado la comunidad tuvo un saldo migratorio positivo con la madrileña.

Es decir, Galicia recibió de Madrid más población de la que se marchó a vivir en ese enclave. En total la diferencia entre los que llegaron y los que se fueron arroja un resultado de 2.376 personas más para la comunidad gallega.

Aunque el año pasado el saldo migratorio para Galicia se redujo en un 17,64 %, hasta quedar en un total de 14.616 personas, según los datos publicados este viernes por el Instituto Galego de Estatística (IGE), si se observa solo la migración interior, con otras comunidades autónomas, la evolución ha sido, por el contrario, creciente.

Después de siete años de perder población en su intercambio con otras autonomías, Galicia resultó beneficiada el año pasado en este flujo de población. En concreto, la diferencia a favor de la comunidad gallega es de 6.208 personas.

De este saldo positivo, un 40 % corresponde al balance con la Comunidad de Madrid, de donde llegaron un total de 5.506 personas frente a las 3.130 que decidieron dejar Galicia para ir a donde se encuentra la capital española.

Pero la comunidad gallega también ha recibido habitantes de Cataluña, un total de 3.114; de Canarias, 2.144; de Andalucía, 1.957; de Valencia, 1.261; e incluso Castilla y León, 1.855, y de Asturias, 1.019.

En todos estos casos, el saldo migratorio siempre ha beneficiado a Galicia, que ha 'ganado' 1.236 habitantes a Cataluña; 694 a Canarias; 249 a Andalucía; 523 a Castilla y León; y 94 a Asturias.

Así que si el saldo migratorio global de Galicia se ha visto reducido el año pasado no ha sido por los movimientos poblacionales con el resto de otras comunidades autónomas, sino más bien con otros países.

Tras una subida constante del balance positivo para la comunidad gallega en sus intercambios con el extranjero desde 2013, cuando la diferencia entre los que salían y entraban estuvo por última vez en negativo y arrojó un resultado de -2.471 personas para Galicia, el año pasado este saldo se quedó en la mitad con respecto a 2019.

El cierre de las fronteras por el coronavirus del pasado ejercicio hizo que el saldo migratorio externo se quedase en 8.408 personas, frente a las 17.857 del año anterior.

El año pasado emigraron 82.712 gallegos de su municipio, pero las limitaciones y los cierres por el coronavirus hicieron que la mayoría, un total de 61.711, optaran por quedarse en Galicia y solo se mudasen de una localidad a otra dentro de la comunidad, aunque cambiando en muchos casos de provincia.

Otras 14.862 personas decidieron mudarse a otra comunidad autónoma y 6.139 se fueron al extranjero.

En sentido contrario, la comunidad gallega recibió 21.070 personas del resto de España y 14.547 del extranjero.

Muchos de estos traslados han podido ser de gallegos retornados, a los que la pandemia del coronavirus hizo volver a sus lugares de origen o de residencia familiar. Otros son los que han optado por aprovechar el teletrabajo para salir de las ciudades y buscar un rincón más cerca del campo y el mar.

De esta manera, Galicia, una tierra marcada por la emigración, se ha convertido durante la pandemia en tierra de acogida. 

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