Una empresa de call center ubicada en Madrid ha generado indignación tras obligar a sus empleados a continuar con sus funciones de teleoperadores, a pesar de que una de sus compañeras falleció mientras estaba trabajando en la plataforma.
El sindicato USO ha denunciado que los trabajadores se vieron obligados a seguir desempeñando sus labores, incluso con el cuerpo presente de su compañera en la oficina. Esta falta de sensibilidad por parte de la empresa ha sido duramente criticada, y USO ha trasladado su indignación, exigiendo a la compañía la implementación de un protocolo de actuación para evitar que los trabajadores se vean sometidos a situaciones similares en el futuro. "No somos máquinas, somos personas", sentencia el sindicato.
UGT también ha expresado su malestar e indignación por la "lamentable actuación" de la empresa al obligar a los trabajadores a continuar atendiendo llamadas, incluso en una situación tan trágica como la que ocurrió. El sindicato destaca que el servicio que prestan los teleoperadores es esencial, pero considera inaceptable tratar a los empleados como si fueran robots, sin tener en cuenta su condición humana.
Este suceso ha generado una fuerte conmoción entre los trabajadores y la comunidad sindical, quienes demandan un trato más humano y respetuoso por parte de las empresas. Situaciones como esta subrayan la importancia de establecer protocolos adecuados y sensibles para afrontar casos excepcionales y garantizar el bienestar y dignidad de los trabajadores en todo momento.