La Federación Gallega de Cofradías de Pescadores y las federaciones provinciales han manifestado este lunes su satisfacción por la decisión “justa, valiente y necesaria” tomada por la Xunta de Galicia de reservar zonas para la extracción del percebe, las cuales quedan vedadas para la extracción de la mejilla.
Según han manifestado en una comunicado conjunto, se trata de una decisión que garantiza el equilibrio en la explotación de zonas de trabajo compartidas por ‘percebeiros’ y ‘bateeiros’, dos sectores que llevan años enfrentados por sus necesidades productivas, ya que la mejilla y el percebe crían en las mismas rocas.
“Defendemos la preservación de las zonas donde sólo se cría percebe porque se trata de proteger áreas sensibles donde el percebe es explotado por más de mil profesionales en Galicia. Recordamos que la mejilla surge a lo largo de todo el litoral pero el percebe no, con lo cual la reserva de zonas se presenta como una demanda más que justa y necesaria para esta especie”, señalan.
Para las cofradías, la decisión de la Consellería del Mar es “más que necesaria” desde el punto de vista del mantenimiento del medio de vida del sector y, sobre todo, de conservación de zonas marítimo pesqueras.
Las cofradías critican, además, que haya políticos que se posicionen en favor de uno de los dos sectores, lo que atribuyen a un “claro desconocimiento” de lo que está sucediendo en la costa gallega y a tendencias populistas que sólo demuestran “ignorancia e incompetencia”.
Señalan las cofradías que “el respeto entre compañeros del mar del que todos vivimos, debe primar ante cualquier tipo de disputa”, y recuerdan que el diálogo, cuando se ha roto, no ha sido por culpa del sector ‘percebeiro’ sino a causa de los desplantes de las asociaciones de ‘bateeiros’.
“Recordamos que en las cofradías de pescadores conviven los dos sectores productivos hasta ahora en armonía. Esto no es una cuestión política, es una necesidad de regulación de una actividad, la de la extracción de la mejilla, que desde el año 2000 tiene establecida una normativa que no es garantía de protección de los recursos ni del medio en que actúa”, concluyen.