El conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, ha señalado este miércoles que "no estamos en condiciones de dar el golpe de gracia al virus" toda vez que la curva ha dejado de descender para "convertirse en un valle" y, en algunos puntos de la geografía gallega, con "ligero ascenso de positivos".
Es lo que ha contado en la rueda de prensa que se celebra un día después de la última reunión del comité clínico que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia y que ha determinado que dos ayuntamientos han de estar en el nivel máximo de restricciones, Beade y Maside (Ourense), con cierre perimetral; siete en nivel alto, entre ellos Baiona y Sanxenxo, 19 en medio y el resto en el bajo.
El encargado del ramo sanitario ha pedido a la ciudadanía moverse lo menos posible y tomar todas las precauciones, pues "cuanto menos riesgo, más salud vamos a tener".
El doctor Pedro Rascado, uno de los asesores, ha recordado que "cualquier pequeña chispa puede volver a encender esos rescoldos y provocar un fuego" que se vuelva incontrolable.
"Esas pequeñas chispas no son sólo las fiestas ilegales o los incumplimientos sistemáticos de las restricciones", ha dicho, también la visita a familiares y los encuentros con amigos, sin ventilación adecuada y con las mascarillas retiradas.
La directora general de Salud Pública, Carmen Durán, ha incidido igualmente en que la bajada es "mucho más lenta" y, de momento, ha observado, "no parece que vaya a cambiar la tendencia".
El gerente del servicio gallego de salud (Sergas), José Flores, ha comentado sobre la situación asistencial que "seguimos manteniendo los números a la baja pero con la curva menos acentuada".
El comité clínico volverá a reunirse el próximo viernes.