sábado. 20.04.2024

El frigorífico consume mucho más que los demás electrodomésticos, algo comprensible, pues está funcionando todo el tiempo. En tu mano está evitar que ese consumo se dispare adoptando unas medidas básicas tan eficaces como sencillas.

 

El consumo eléctrico de los frigoríficos es muy elevado respecto a los demás aparatos: él solito gasta un 31% del total, pero claro, está siempre encendido.

 

¿Cómo podemos recortar ese consumo? No lo instales cerca de una fuente de calor (radiador, horno, cocina eléctrica) o en un lugar soleado. Gastaría una cantidad mayor de energía para mantener la temperatura adecuada en el interior.

 

No pongas el selector de temperatura en un valor demasiado bajo: una temperatura interior de 5º C en el frigorífico, y de -18º C en el congelador es más que suficiente para conservar la mayoría de los alimentos.

 

Comprueba que alrededor del aparato circula aire suficiente. No lo coloques pegado a la pared: deja unos centímetros de espacio libre. Recuerda pasar la aspiradora por detrás del frigorífico para quitar el polvo.

 

No olvides que el frigorífico “respira” por aquí y es importante que el intercambio de calor con el ambiente sea el correcto.

 

No tengas abierta la puerta del frigorífico sin necesidad: cada vez que lo haces sube la temperatura interior, y de nuevo necesita gastar energía para conseguir otra vez un nivel óptimo. Algo tan básico como colocar y ordenar bien los alimentos en el interior del frigo te ayudará a gastar menos electricidad.

 

Descongela de vez en cuando. Tres milímetros de escarcha en las paredes del congelador aumentan el consumo un 30%. Si después de limpiarlo vuelve a aparecer hielo enseguida es que la puerta ya no cierra herméticamente.

 

Si te vas de vacaciones bastante tiempo o te vas a ausentar de casa una larga temporada, déjalo limpio y vacío y desenchúfalo: así evitarás un gasto inútil.

 

fuente: ocu

Cómo ahorrar energía con el frigo