¿Te gustaría disfrutar de la deliciosa centolla en Navidad, pero temes que pierda sabor y frescura al congelarla? No te preocupes, ¡te traemos la solución! Con los pasos adecuados, puedes congelar la centolla para disfrutarla más tarde sin perder ni un ápice de su jugosidad y sabor.
Así que prepárate para convertirte en un experto en conservar este delicioso marisco, que será la estrella de tu mesa navideña.Pasos para congelar la centolla de manera perfecta
1. Cocer la centolla a la perfección
Lo primero que debes hacer es cocer la centolla. Es muy importante que el agua esté bien salada, como si fuera agua de mar, para que el marisco mantenga todo su sabor. Ponla a cocer en una olla grande y deja que se cocine durante unos 20-30 minutos, dependiendo del tamaño de la centolla. Cuando esté cocida, retírala del agua y deja que se enfríe a temperatura ambiente. No la apresures, ya que un enfriamiento lento ayuda a preservar mejor sus propiedades.
2. Enfriarla con un toque especial
Una vez que la centolla esté fría, puedes darle un toque extra de frescura utilizando un paño humedecido en agua fría para cubrirla. Si quieres un sabor más intenso, moja el paño en el agua de cocción de la centolla, que tendrá un toque marino único. Este paso es esencial para evitar que la centolla se seque durante el proceso de congelación y que conserve su sabor natural.
3. El envolvimiento es clave
Para evitar que el aire entre en contacto con la centolla y que esta se deshidrate o pierda sabor, es fundamental envolverla correctamente. Utiliza papel film de calidad o una bolsa zip. Asegúrate de que esté completamente sellada, sin dejar espacios vacíos. El objetivo es que no se escape aire, para evitar que se queme o pierda frescura en el congelador.
4. La posición ideal en el congelador
La manera en que colocas la centolla en el congelador también es importante. Colócala con las patas hacia arriba, así el caldo natural que contiene se conserva mejor. De esta manera, cuando la descongeles y la sirvas, cada bocado estará tan jugoso como el primero. No olvides dejar suficiente espacio en el congelador para que el marisco se congele de manera uniforme.
5. Descongelación para disfrutarla al máximo
Cuando llegue el momento de disfrutarla, sáquela del congelador con tiempo. La mejor forma de descongelar la centolla es hacerlo en el frigorífico durante unas horas antes de servirla, para que conserve mejor su textura. Evita descongelarla a temperatura ambiente o en el microondas, ya que esto puede afectar su sabor y jugosidad.
Siguiendo estos pasos, podrás disfrutar de la centolla en Navidad como si estuviera recién cocida, con su sabor y frescura intactos. Ya sea para una celebración especial o simplemente para darte un capricho en cualquier momento, congelar la centolla de esta forma te permitirá disfrutarla durante todo el año. ¡Que no te falte en tu mesa esta Navidad!