sábado. 20.04.2024
Iglesia / Celibato

El Arzobispo de Belcastro rechaza que la crisis vocacional se deba al celibato

El secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica y arzobispo de Belcastro, José Rodríguez Carballo, considera que es "simplificar muchísimo las cosas" el hecho de achacar la actual crisis de vocaciones al celibato y "totalmente injusto" vincularlo a otras "situaciones dramáticas" dentro de la Iglesia.

El secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica y arzobispo de Belcastro, José Rodríguez Carballo, considera que es "simplificar muchísimo las cosas" el hecho de achacar la actual crisis de vocaciones al celibato y "totalmente injusto" vincularlo a otras "situaciones dramáticas" dentro de la Iglesia.

 

"Manifiesto mi profunda convicción de que el celibato en la Iglesia es un gran don", afirmó el arzobispo de Belcastro, tras ser preguntado por las últimas palabras del Papa Francisco en relación con este precepto, en el transcurso de una rueda de prensa con motivo del cincuenta aniversario de la delegación de Cáritas Diocesana en Lugo. Rodríguez Carballo explicó que ha tenido "mucha relación con iglesias donde el celibato no es obligatorio" y en muchas de ellas "admiran profundamente la ley del celibato que rige en la Iglesia latina", porque "dentro de la Iglesia católica, en las iglesias orientales no rige la misma ley".

 

"Para mí es una gracia, que hay que agradecer al Señor y a la misma Iglesia. El Santo Padre siempre tiene la primera y la última palabra y nosotros seguiremos fielmente las indicaciones que nos vengan del Santo Padre, pero insisto, de verdad, en la gracia que supone el celibato", añadió. En la misma línea, afirmó que "como toda gracia", el celibato también "supone renuncias", pero los sacerdotes son "plenamente conscientes de esas renuncias" y lo consideran "un tesoro".

 

"Me siento feliz de haber abrazado ese celibato y esa castidad por el Reino de los Cielo", dijo el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. Además, sostuvo que no comparte "para nada" la idea de que "la crisis de vocaciones" en la Iglesia sea "causada por el celibato", porque en otras iglesias "de cuño evangélico-protestante, donde el celibato no es obligatorio, la crisis vocacional es mucho más fuerte", y lo mismo sucede "en las mismas iglesias orientales", donde "esa crisis es más que palpable".

 

"Por lo tanto, unir la crisis vocacional a la ley del celibato, me parece simplificar muchísimo las cosas, como unir la ley del celibato a otras situaciones dramáticas en la Iglesia, me parece totalmente injusto y totalmente inadecuado". "Para mí es un don, que no me cansaré nunca de agradecer al Señor. Un don que exige una renuncia a un bien, porque el matrimonio es un bien, pero nosotros hemos recibido una vocación que nos hace conscientes de que es así como tenemos que servir a la Iglesia y también al señor que nos ha llamado", concluyó.

El Arzobispo de Belcastro rechaza que la crisis vocacional se deba al celibato