El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado hoy una serie de rebajas fiscales en el último debate de política general de la presente legislatura, en el que ha escuchado la petición casi unánime de los grupos de la oposición de que se vaya. Feijóo, tras avanzar un cheque bebé de 100 euros por cada hijo, la reducción del tramo autonómico del IRPF y la exención de los impuestos de sucesiones y donaciones hasta 400.000 euros, cerró su primera intervención con palabras de agradecimiento, con voz temblorosa, al honor que supone ser presidente de Galicia.
"No existe mayor honor que servir a Galicia, ninguno", proclamó el presidente gallego en un mensaje que los partidos de la oposición han interpretado como una despedida. Concretamente, el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, rebajó el discurso del presidente a "cosméticas medidas fiscales, pero poco futuro", y a una "despedida".
En la misma línea, el portavoz del grupo parlamentario Socialista, José Luis Méndez Romeu, ha subrayado que para su partido es "irrelevante que se quede o que se marche porque su tiempo se acabó". Francisco Jorquera (BNG) ha asegurado que "el mejor" servicio que puede prestar Feijóo a Galicia es irse y ha dicho que le es indiferente que lo haga "para su casa o para Madrid". Consuelo Martínez, del Grupo Mixto, le ha pedido directamente a Feijóo que dimita y convoque elecciones si "reniega" de las políticas practicadas hasta la fecha, según interpreta de la reciente remodelación de su gabinete y de su discurso de hoy.
El presidente de la Xunta ha defendido en sus diferentes intervenciones la apertura de un nuevo ciclo en Galicia, si bien ha reconocido que durante estos últimos años su gobierno tuvo que "decir no más veces de las que hubiera querido".
Ha abundado en que lo hizo para poder decir sí en este momento, en el que las expectativas y las capacidades presupuestarias han cambiado, como quedará plasmado en las cuentas de 2016 que la Xunta aprobará el próximo lunes, con un aumento de gasto de 400 millones respecto al ejercicio precedente.
El proceso soberanista catalán también se ha colado en el debate de la autonomía, donde Feijóo ha recalcado que Galicia defiende sus especificidades sin caer en el ensimismamiento y sin "reescribir la historia" como, en su opinión, hacen otros.
"La intención no es romper un sistema opresivo y centralista que ahoga las identidades territoriales, sino precisamente una estructura que garantiza y apuntala las singularidades de los pueblos de España", ha señalado en alusión a "los dirigentes" de Cataluña. El portavoz socialista, José Luis Méndez Romeu, ha censurado que Feijóo carezca de "visión global" de España y ha criticado que el PP pretenda romper los puentes de diálogo con Cataluña porque "no basta con explicar el frío de fuera, sino que hay que hacer sentir el calor de dentro".
También ha criticado que con Feijóo "Galicia está en minúsculas" dentro de España y tiene un "peso irrelevante" en el Gobierno central. "Señor Rajoy", se ha dirigido el portavoz socialista al presidente gallego entre risas de los diputados y del propio Feijóo, y a continuación ha afirmado que tranquilamente se podría dirigir a él en esos términos porque las políticas que ambos practican y defienden son las mismas. Francisco Jorquera (BNG) le ha recriminado que durante la crisis hiciese de "caballo de Troya" poniendo en marcha "políticas que marginan el país" y que Galicia haya estado sometida a lo que diga Madrid y ha sido llevada a la "irrelevancia".
"Lo único que hizo fue dejar que otros decidan por nosotros", ha añadido. Xosé Manuel Beiras (AGE) ha censurado que el PP haya propiciado la reducción de Galicia a un elemento "aparente o virtual" al permitir la "progresiva e impune invasión" de sus competencias por parte de la administración central, y haya convertido el Estatuto de Autonomía en "un esqueleto sin músculos, sangre ni cerebro". El portavoz del grupo Popular, Pedro Puy, ha valorado que la Xunta haya hecho de la lucha contra la crisis su prioridad, no "una excusa" para provocar "una grave crisis institucional", como cree que ha sucedido en Cataluña.
