viernes. 29.03.2024

El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, defendió hoy en el Parlamento de Galicia la legitimidad de la reforma de las normas electorales en España y la Comunidad autónoma, para la elección directa de alcaldes y para reducir el número de diputados, respectivamente. Estos asuntos fueron suscitados en las "preguntas al presidente" de los grupos socialista y nacionalista, mientras que AGE se centró el los recortes en Dependencia, que el jefe del Ejecutivo negó.

 

El socialista Méndez Romeu acusó al PP de "tener nostalgia del partido único" y coincidió con Francisco Jorquera en recordar a Núñez Feijóo que, cuando estaba en la oposición, defendió que la modificación de la norma electoral debe hacerse por mayoría de dos tercios, cuando ahora pretende llevarlas a cabo "unilateralmente", en palabras del nacionalista, "cuando quedan cinco minutos para acabar el partido".

 

En el caso de la elección de alcaldes, el jefe del Gobierno gallego resaltó que se trata de una previsión constitucional y que estaba en los programas de los principales partidos desde hace 35 años. En opinión del presidente de la Xunta, existe consenso para esta modificación entre los grandes partidos y programas, pero lamentó que donde no hay consenso es "dentro del PSOE".

 

Para Núñez Feijóo, peor que cambiar las normas a cinco minutos del final del partido es cambiar su resultado cuando el partido ya ha concluido, en referencia a los pactos postelectorales que han impedido que su partido, siendo el más votado, no pueda gobernar en numerosos municipios, de los que citó, entre otros, el de Vigo, donde lleva ocho años a falta de un concejal para acceder al Gobierno. En este caso, consideró que el Bloque está actuando como "tonto útil del PSOE", una alusión que Jorquera pidió a la presidenta de la Cámara que retirase, porque, en caso contrario, él se referirá a Núñez Feijóo como "gilipollas". Rojo suprimió ambas alusiones del acta de la sesión.

 

De la reducción de diputados, el presidente de la Xunta subrayó que no se trata de una reforma sustancial de la norma electoral, ya que se mantienen las proporciones territorial y poblacional y no cambiaría el resultado en ninguna de las consultas realizadas desde que se constituyó la Comunidad autónoma. También enmarcó esta reducción de parlamentarios en el contexto de reducción de Consellerías, de 14 a 8; los altos cargos, en un 50 por ciento; o los delegados territoriales, de 54 a 5.

 

El socialista Méndez Romeu resaltó los "incumplimientos" de Núñez Feijóo y la ausencia de acuerdo en asuntos como la renovación del Consello de Contas, el Valedor do Pobo o el desarrollo de la modificación de la CRTVG, sobre la que hubo un acuerdo parlamentario y lleva tres años "bloqueada". También trajo al debate la financiación "ilícita" de la sede pontevedresa del PP, de donde proceden como diputados el presidente de la Xunta, la del Parlamento o el vicepresidente del Ejecutivo, así como otros altos representantes del partido, o las "amistades peligrosas" de Núñez Feijóo y el incumplimiento de la entrega de las facturas de Sanidade cuando el presidente fue fotografiado con el narcotraficante Marcial Dorado.

 

Por ello, concluyó que Núñez Feijóo y "la calidad democrática son incompatibles, antitéticos". Por su parte, la portavoz de AGE, Yolanda Díaz, acusó a la Xunta de haber recortado los gastos en Dependencia en un 50 por ciento desde que la preside su actual titular. Éste replicó que la primera prioridad de su Gobierno es "salvar los servicios públicos", lo que ha hecho con un 20 por ciento menos de presupuesto, y resaltó que recuperar el empleo es la clave para las políticas sociales.

 

En este sentido, afirmó que llegó a la Xunta con una pérdida en el último año de 51.000 empleos y ahora los parados son 20.000 menos que hace un año, mientras que la reducción del 3,2 por ciento del PIB de entonces se ha transformado en un ligero crecimiento. Díaz le replicó que en 2009 cotizaban a la Seguridad Social 1.046.000 trabajadoras y ahora lo hacen 941.000.

 

Feijóo defiende en el Parlamento la legitimidad de las reformas electorales