jueves. 28.03.2024

La Fundación Amigos de Galicia pone de manifiesto el aumento de problemas relacionados con la salud mental que se están detectando en los últimos meses a consecuencia de la crisis de la COVID-19 y la falta de medios existente.

En los últimos años la sociedad ha experimentado un aumento notable en el número de personas que padecen problemas de salud mental y necesitan apoyo psicológico. Una situación que se ha visto incrementada en los últimos meses a consecuencia de la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19 y las restricciones sociales y la incertidumbre a la que está sometida la población.

Desde la entidad queremos hacer constar la falta de medios existentes hacia el cuidado de la salud mental, una rama que en nuestro país siempre ha estado en un segundo plano. España cuenta con una ratio de 6 psicólogos/as clínicos por cada 100.000 habitantes, una cifra que en Galicia es aún más baja, en donde solo tenemos 4 psicólogos/as clínicos para cada 100.000 personas. Estos datos son inferiores a los de otros países europeos en donde cuentan con entre 20 y 40 profesionales para cada 100.000 personas.

Esta escasez de recursos en la sanidad pública ocasiona que la mayoría de las personas que padecen algún tipo de problema relacionado con la salud mental tengan que acudir a profesionales o clínicas privadas que no todo el mundo puede permitirse ya que el coste de una sesión no suele bajar de los 50 euros.

La falta de profesionales en la atención primaria también reduce la calidad del servicio ofrecido a los pacientes, que se ven obligados a esperar entre 4 y 6 meses por una atención.

Un dato alarmante es que, debido a la saturación del sistema, desde la atención primaria se están recetando fármacos como ansiolíticos o antidepresivos sin una valoración psicológica o psiquiátrica previa. En la actualidad más de 2 millones de españoles/as toman ansiolíticos a diario.

Importancia de la prevención

Desde la entidad consideramos que aumentar el número de profesionales de la salud mental en la sanidad pública permitirá ofrecer un tratamiento de mejor calidad a las personas que padecen algún tipo de problema o trastorno y también ayudará a prevenir problemas leves que de no ser detectados a tiempo pueden tener graves consecuencias.

También somos conscientes de la importancia de normalizar la salud mental, un tema tabú en nuestra sociedad que tiene como consecuencia que muchas personas que necesitan ayuda no la pidan por vergüenza o temor a ser juzgadas.

 

Servicio de apoyo psicológico de Fundación Amigos de Galicia

Fundación Amigos de Galicia lleva años ofreciendo asesoramiento psicológico, especialmente a mujeres en situación de vulnerabilidad o víctimas de violencia de género y a menores, a través de los servicios de profesionales externos.

A consecuencia del aumento de solicitudes de ayuda psicológica recibidas por la entidad durante los últimos meses, hemos puesto en marcha un servicio propio de atención psicológica dirigido a las personas usuarias que necesitan ayuda y que por su situación económica o por encontrarse en situación de riesgo o exclusión social no disponen de los recursos necesarios para costear una consulta privada o no pueden esperar los plazos de tiempo para ser atendidas por profesionales de la seguridad social.

Desde la puesta en marcha de este nuevo servicio, el personal del departamento de psicología está atendiendo a 29 personas con importantes necesidades de apoyo psicológico, y continuamos recibiendo nuevas solicitudes que están siendo valoradas por el departamento de trabajo social de la entidad.

De las personas atendidas el 21% son hombres y el 79% mujeres, entre las cuales el perfil más habitual es el de madres con menores a cargo. Con este perfil se están atendiendo 12 casos, la mitad de los cuales son de mujeres que conforman familias monoparentales y un tercio son mujeres que han sido víctimas de violencia de género.

Las personas demandantes del servicio de atención psicológica de Fundación Amigos de Galicia acuden en busca de ayuda profesional, bien porque la que reciben por parte de la Seguridad Social les resulta insuficiente o porque les parece un canal más accesible a la hora de recibir apoyo terapéutico al no disponer de recursos para acudir a clínicas o profesionales privadas.

La responsable del departamento de psicología de Fundación Amigos de Galicia, Sara Roldán, analiza cómo están siendo estas primeras atenciones realizadas.

¿Cuáles son los casos más habituales que se atienden desde el servicio de apoyo psicológico?
El perfil más frecuente es el de mujeres con menores a cargo, la mayoría de las cuales conforman una unidad familiar monoparental. Estas mujeres experimentan problemas de ansiedad, nerviosismo, dificultades para dormir, e intranquilidad de cara al futuro. Esta situación también les genera problemas físicos fruto de la tensión y el estrés como contracturas musculares o problemas digestivos. Manifiestan que carecen de apoyo emocional y económico y frecuentemente comentan que si siguen adelantes es por sus hijos e hijas.

Otro de los perfiles más comunes es el de las personas desempleadas, especialmente personas paradas de larga duración y personas que tras la crisis del COVID-19 han tenido que recurrir a entidades de ayuda social por primera vez. Esta situación de incertidumbre prolongada les provoca síntomas ansiosos o depresivos ante la falta de trabajo y de recursos para mantenerse ellas y sus familias.

Otro de los casos más preocupantes es el de las personas mayores, especialmente aquellas que encuentran en situación de soledad no deseada, que han visto afectada su salud mental por factores como el aislamiento social, el cambio de rutinas y la sobreexposición a los medios de comunicación con noticias trágicas. Personas que se pasan el día viendo la televisión o escuchando la radio, siendo estás su única compañía, lo que les ocasiona estrés, ansiedad o depresión.   Estos problemas de carácter psicológico tienen una repercusión en la salud física especialmente notable en las personas de mayor edad, ya que pueden derivar en problemas como hipertensión o accidentes cardiovasculares. También la soledad y la falta de relaciones sociales favorecen la aparición de enfermedades como el Alzheimer o la demencia.

En Fundación Amigos de Galicia ofrecemos acompañamiento social, emocional y psicológico a las personas mayores en situación de soledad no deseada.

También estamos atendiendo casos de personas inmigrantes a las que la tensión propia del proceso de adaptación a un nuevo país junto a la crisis del COVID-19, que ha ralentizado la realización de trámites burocráticos y paralizado el mercado laboral ocasiona que estas personas se sientan desesperanzadas y solas lo que les genera problemas como la ansiedad.

 

¿Cómo está afectando a la salud mental de los menores la situación que estamos viviendo?
Los menores son uno de los colectivos más vulnerables y en donde más se está apreciando la necesidad de ofrecer apoyo psicológico. En los últimos meses la demanda de atención psicológica se ha incrementado un 21%.  Los menores están sufriendo la pérdida repentina de familiares, la imposibilidad de pasar tiempo con sus amigos/as fuera del colegio, el cambio de rutinas y la incertidumbre y frustración vivida en sus hogares donde sus progenitores han perdido sus empleos se traducen problemas de ansiedad, angustia, depresión o la aparición de nuevos miedos.

Hemos atendido casos de menores que a consecuencia de la pandemia han desarrollado un miedo desorbitado al virus, al contacto con otras personas en la calle o pesadillas, lo que se traducía en un malestar general del menor y de su entorno familiar.

Otro de los problemas más frecuentes que están experimentando los menores en edad de escolarización es la mayor demanda de tareas escolares a través de internet, las clases en línea o el mayor uso de las aulas virtuales.  La brecha digital hace que los menores de familias con recursos insuficientes para poder adquirir dispositivos informáticos o el servicio de internet puedan hacer los trabajos a tiempo o seguir el ritmo de las clases lo que les genera estrés y ansiedad, repercute en su rendimiento académico y en los más mayores propicia el abandono escolar.

También tenemos casos de adolescentes a quienes las restricciones, especialmente la falta de contacto social les está generando ira y frustración que repercuten en su vida familiar y académica.


¿Cómo consideras que evolucionará el campo de la salud mental de cara al futuro?
El cuidado de la salud mental es fundamental para alcanzar el bienestar personal. El estilo de vida de la sociedad actual ha desatendido durante demasiado tiempo la importancia de poner el foco en una correcta gestión emocional. A esto hay que sumar los efectos de la pandemia que aún estamos viviendo, lo que no hace más que agravar la situación. Actualmente vivimos un momento de crisis global, no solo de salud física y económica, sino también de valores. La necesidad de ayuda psicológica irá en aumento y llegará el momento en que se normalice acudir a este tipo de especialistas, ya que en nuestro país aún está algo estigmatizado.


Para prestar un mejor apoyo a las personas que necesitan ayuda, los casos que la entidad no puede atender directamente son derivados a profesionales externos. Fundación Amigos de Galicia cuenta con un convenio de colaboración con el Colegio de Psicólogos/as de Galicia y la Universidad de Santiago de Compostela que permite poder llegar a más gente.

Fundación Amigos de Galicia crea un departamento de apoyo psicológico