El pleno del Parlamento ha aprobado por unanimidad iniciar la tramitación para introducir una modificación en el marco normativo gallego de violencia de género para que se reconozca a las víctimas de la conocida como violencia vicaria, es decir, la que se ejerce contra las mujeres a través de sus hijos.
Con la toma en consideración de esta proposición legislativa, impulsada por el BNG, se da cumplimiento a uno de los acuerdos alcanzados entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la líder nacionalista, Ana Pontón, durante la reunión que ambos matuvieron en San Caetano el pasado 26 de marzo.
Durante el debate de este martes, Pontón ha celebrado que con el respaldo a esta iniciativa se demuestra que el Parlamento “escucha las demandas de las víctimas” al atender sus peticiones para acabar con la situación actual en la que las mujeres que "pierden a sus hijos a manos de sus maltratadores" no tienen la consideración de víctimas de violencia machista pese a padecer la versión “más cruel y retorcida” de los crímenes machistas.
Además, este escenario deriva en que estas mujeres no contasen con los derechos y la mayor protección “que otorga el estatuto integral de víctima de violencia de género" como ayudas económicas, sociales o laborales, ha explicado Pontón.
“Es de todo punto incomprensible, e incluso diría que es éticamente intolerable, que por encima se les prive del mecanismo de protección integral que supone el estatuto de víctimas de violencia machista”, ha recriminado la nacionalista, que además consideró “un imperativo ético y moral” que la modificación de la legislación se lleve a cabo con efecto retroactivo.
“Cambiar esta situación para proteger a las mujeres de violencia vicaria es el objetivo del BNG”, ha reiterado la líder nacionalista, que ha pedido también “política útil” para emplear los “mayores medios” en la lucha contra la violencia machista.
De igual forma, la diputada del PSdeG Noa Díaz ha mostrado su apoyo a esta norma al entender que “combatir todo acto de violencia” que pueda tener un daño o sufrimiento para la mujer “debe ser una obligación para cualquier administración pública”.
Díaz también ha considerado importante que la modificación sea retroactiva porque hay muchas mujeres “asesinadas en vida desde el día que mataron a sus hijos”, ha lamentado Díaz, que ha asegurado que la violencia vicaria es “una de las más atroces”.
El reconocimiento de la violencia vicaria es, por tanto, para los socialistas “de justicia” porque las mujeres víctimas de este tipo de violencia “van a sufrir para toda la vida” a través de un “daño extremo” por lo que también ha abierto la posibilidad a abordar un debate sobre el hecho de que los maltratadores puedan ver a sus hijos.
Así las cosas, el apoyo del PPdeG, partido mayoritario en la Cámara, ha sido fundamental para sacar la ley adelante y, en ese sentido la parlamentaria popular Paula Prado ha pedido que los avances en esta materia se lleven a cabo desde puntos de encuentro para que “nadie nunca cuestione los avances” en este campo.
Durante el debate, Prado ha avanzado que el PPdeG empleará el trámite parlamentario para proponer “que también los familiares directos de las víctimas mortales por violencia vicaria, relacionados hasta el segundo grado de consanguineidad con la víctima de violencia machista, tengan esa consideración”.
Con la nueva regulación, ha remarcado Prado “una vez más Galicia será pionera” en la lucha contra la lacra de la violencia machista.
Este debate ha estado marcado por la polémica surgida a raíz del comentario del presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé (PSdeG-PSOE), que en una intervención pública se refirió al "aspecto de leopardo" de la diputada Elena Candia con el que, según el socialista, se asemejaba “a la imagen del vaquero americano que entró en el Capitolio en Estados Unidos”.
Las tres diputadas han rechazado este comentario y la parlamentaria socialista ha reiterado sus “disculpas” a la parlamentaria popular que, en señal de protesta, acudió al Parlamento nuevamente vestida con una prenda de leopardo al igual que todas las diputadas del PPdeG que lucían este estampado bien en camisetas, vestidos o pañuelos.